«Entro a rematar, no puedo frenar y pongo las manos en la espalda de Boris. Si hubiera sido al revés no hubiera pitado penalti, pero en estos casos favorecen mucho al defensa y ha anulado el gol», argumentó Turiel tras el encuentro para explicar la acción del gol de Farinós en el tiempo añadido, anulado por el colegiado. «Yo entro a rematar y no puedo parar y necesito frenar con alguien... lo que ocurre es que en ese tipo de jugadas ocurre lo de siempre: un hombre de 90 kilos como Boris no se puede caer tan fácil. Ha caído y el árbitro ha pitado la falta. Son lances del juego, el árbitro lo ha interpretado como falta y lo ha anulado», agregó el navarro.

«Marcar dos goles fuera de casa y ver anulados dos más, además de ver que te has puesto por delante en el marcador, para acabar el partido con un solo punto deja un mal sabor de boca», explicó Turiel, que, no obstante, considera que Hércules y Numancia pueden darse por satisfechos con el empate anotado «en un choque muy disputado».

Bolo Jon Pérez Bolo se enfrentó ayer nuevamente a su ex equipo. El jugador vasco, que ahora milita en el Numancia, se quedó sin «mojar» en el encuentro, pese a que estuvo muy activo. Al final del choque, Bolo conversó amigablemente con Juan Luis Fernández Redondo, con quien coincidió en el Hércules en la temporada 97-98. En aquella temporada, el Hércules comenzó siendo entrenado por Quique Hernández, también ex entrenador del Numancia, y acabó con David Vidal en el banquillo del Rico Pérez. Precisamente, el encuentro que enfrentó aquella temporada a ambos equipos en Los Pajaritos acabó en empate.