El Ciudad de Murcia dejó de ser el único equipo de categoría nacional invicto en casa al de perder (0-1); en La Condomina frente al Almería, un equipo que confirma su condición de serio aspirante al ascenso a Primera División.

En su propia casa el conjunto rojillo alimentó su sueño de estar en Primera el año que viene, gracias a que en La Condomina había conseguido 38 de los 48 puntos que cuenta en su casillero, y precisamente hoy en casa se ha despedido de esa ilusión, puesto que después de perder frente al equipo almeriense se queda a quince puntos del Real Murcia y a dieciséis del propio Almería, quedando sólo 27 en juego.

Tanto granas como almerienses, dados los resultados, podrían cantar el alirón en tres jornadas, dependiendo de otros resultados.

El partido fue jugado de poder a poder. Los rojillos, conscientes de que se jugaban la última carta, salieron con ambición y con el objetivo de marcar cuanto antes.

El Almería, por su parte, buscó el tanto al contragolpe, lo que convirtió el duelo en un choque de ida y vuelta, con oportunidades para todos. La más clara de los primeros compases fue de Gaizka Saizar, quien en el minuto 19 estrelló un balón en el palo. Al vitoriano, en los últimos minutos de la primera parte, también se le anuló un gol por fuera de juego. Poco después (min. 22); Iván Amaya tocó (presuntamente); un balón con la mano en el área, decretando el protestado García Bestilleiro, árbitro de la contienda, un polémico penalti que no desaprovechó Míchel.