El Balonmano Benidorm despide con nostalgia 2014, el año en el que el club logró un histórico y épico ascenso a la Liga Asobal y completar una primera vuelta sobresaliente en la máxima competición nacional, de la que se ha convertido en el equipo revelación tras finalizar la primera vuelta en posiciones de competición europea.

Nada hacía presagiar hace 12 meses que el Balonmano Benidorm, un recién ascendido a la División de Honor Plata, iba a completar un año tan espectacular. Fiel a la política de ir "partido a partido", implantada por el presidente, Javier Abinzano, desde su llegada al club, el Benidorm se convirtió en la gran sorpresa de la temporada.

El equipo que entrena Fernando Latorre se coló en el último mes de competición entre los primeros y solo entonces se descubrió como un aspirante al ascenso directo.

Tras encadenar una mala racha de resultados, el Benidorm tuvo que recurrir a la épica para empatar en la penúltima ante el Barcelona B, el campeón, con un gol en el último segundo, una constante durante todo el año, para llegar con opciones de disputar la fase de ascenso en la última jornada.

No pudo ascender de forma directa a la Asobal en la última jornada, pero sí clasificarse para la fase de ascenso, donde el favorito era el Alcobendas, anfitrión.

El Benidorm, contra todo pronóstico, se plantó en la final y derrotó a finales de mayo en un partido épico al conjunto local en la prórroga, logrando un hito sin precedentes para el club benidormense, que en cuatro años encadenaba tres ascensos.

La plantilla, liderada por Fernando Latorre, entrenador del equipo, sufrió una profunda remodelación para afrontar su debut en la Asobal.

El club, limitado en los recursos económicos, optó por reforzarse con ocho jugadores, la mayoría nacidos en la provincia de Alicante, con amplia experiencia en la Liga y que habían sido compañeros del actual entrenador en Altea o Torrevieja, como Carlos Grau, Diego Moyano, Jorge Sánchez o David Cuartero.

El equipo estaba diseñado para pelear por la permanencia en una Liga Asobal que se intuía más equilibrada que nunca en la parte media-baja de la tabla.

El club, casi familiar en su estructura, se moderniza y comienza a contar con un apoyo importante por parte de la afición y su masa social se multiplica, aunque aún lejos de las expectativas del club.

Tras pagar la novatada en la primera jornada, ante Anaitasuna, el Benidorm despegó con cuatro triunfos consecutivos que le llevaron a situarse en los puestos de honor de la tabla.

El momento cumbre del año tuvo lugar con motivo de la visita del Barcelona, líder intratable de la competición, al que el Benidorm llegó a dominar por seis goles de ventaja en el primer tiempo, algo insólito esta temporada.

El conjunto catalán remontó e inclinó el partido a su favor en el último minuto, aunque el pabellón de Benidorm premió el esfuerzo de su equipo como si hubiera logrado el triunfo.

Los finales agónicos han sido, precisamente, una constante para el Benidorm, que ha salido bien parado en la mayoría de las ocasiones, como en Puente Genil, Gijón o Zaragoza.

Una nueva racha de cuatro victorias, entre ellas una de enorme prestigio ante el Ademar León, han llevado al Benidorm a cerrar el año en la quinta plaza, aunque empatado a puntos con el cuarto.

Solo Naturhouse La Rioja, Granollers y Barcelona tienen más puntos que los alicantinos, dato que confirma la extraordinaria temporada realizada hasta el momento por el equipo alicantino.

La dirección de Fernando Latorre desde la banda, las paradas del veterano portero Diego Moyano, el jugador de mayor edad (43 años) que jamás ha competido en la Asobal, y los goles trascendentales de David Jiménez y de Cuartero, han impulsado al equipo mucho más arriba de lo que nadie podía sospechar en un para enmarcar.