Otra de las críticas que recibió el presidente, José Sepulcre, fue la decisión de poner el sonido al máximo volumen tras el partido ante el Málaga para evitar la críticas de la afición. Sepulcre se defendió diciendo que siempre se pone el himno al final del partido, aunque reconoció que quizás estaba demasiado fuerte.

El máximo dirigente también fue atacado por no haber dado explicaciones el domingo tras el encuentro y por no haber dado la cara durante los últimos días y después de todos los acontecimientos que había sucedido. «Lamento lo que ha pasado, podíamos haber contestado a todas las críticas que estábamos recibiendo. Es un momento difícil que también a afectado al equipo. Quizás debió haber más tranquilidad en el entorno. Me gustaría que no se repitiesen más los gritos del domingo. A mí no me afectan mucho, pero al equipo sí», reconoció.