El técnico del Chelsea, Jose Mourinho, centró su malestar tras la derrota (2-1) ante el Newcastle este sábado en la decimoquinta jornada de la Premier League en los recogepelotas "ausentes" en St James' Park y en la afición local, entre los que se encargaron de que apenas se jugase al fútbol cuando los 'blues' buscaron dar la vuelta al resultado.

"Creo que los seis minutos (de tiempo añadido) podían haber sido 20", apuntó el portugués a los micrófonos de la BBC inglesa después del choque de este sábado, primera derrota de la temporada para el Chelsea que aún así mantiene su liderato en la tabla con tres puntos de ventaja sobre el Manchester City.

"Las cosas que pasan fuera de las cuatro líneas del terreno de juego no las puede controlar el árbitro. No puede sancionar al recogepelotas que desaparece, no puede sancionar a la gente que no devuelve el balón. Tampoco puede sancionar a la persona que lanza el balón cuando el juego ya está ya en marcha", añadió.

Los de Mourinho se vieron por debajo en el marcador en el minuto 57 por medio de Papiss Cisse, quien volvió a ver puerta a diez minutos del final. Los locales se quedaron con uno menos y el conjunto visitante recortó por medio de Didier Drogba, pero la pérdida de tiempo terminó desquiciando al Chelsea y a su técnico.

"Una cosa es perder tiempo en la cancha, de manera correcta, yendo a la esquina, guardando el balón y ganando una falta, pero es otra historia cuando se hace desde fuera del campo. Creo que en el fútbol profesional estas cosas no deberían pasar, pero pasan", explicó.

"Tuvimos mala suerte. Sólo un equipo buscó la victoria, sólo un equipo jugó para ganar. Seguimos peleando después del segundo gol aunque perdimos equilibrio", añadió antes de mostrar su optimismo final recordando que siguen en lo alto de la tabla.

El Manchester City no falla

Mientras, el Manchester City no desaprovechó el tropiezo del líder y se impuso en el Etihad Stadium al Everton de Roberto Martínez con un tanto de penalti del marfileño Yaya Touré.

Los de Manuel Pellegrini sufrieron la lesión de su jugador estrella, el argentino Sergio Agüero, que tuvo que ser sustituido a los seis minutos de partido después de haber recibido un golpe en la rodilla izquierda.

En el encuentro más destacado del día, el Stoke se llevó una sufrida victoria sobre el Arsenal después de haberse marchado al descanso con una ventaja de tres goles.

El español Bojan Krkic, en su mejor partido desde su llegada a Inglaterra, volvió loca a la defensa "gunner", que echó demasiado en falta al francés Laurent Koscielny.

Arsene Wenger apostó por el joven lateral español Héctor Bellerín en la derecha y por Calum Chambers en el centro de la zaga, formando pareja con el gigante alemán Per Mertesacker.

El experimento, sin embargo, no le salió bien al preparador francés, que a los 20 segundos de juego ya perdía 1-0, con un tanto de Peter Crouch.

Bojan y Jonathan Walters ampliaron la diferencia del Stoke, que vio como en la segunda mitad Santi Cazorla, de penalti, y Aaron Ramsey descontaban para el Arsenal.

El Liverpool no pudo encadenar su tercera victoria consecutiva y se dejó dos puntos en un partido que, a priori, era sencillo para los de Brendan Rodgers.

El técnico norirlandés decidió dar descanso a su capitán, Steven Gerrard, de cara al trascendental partido del próximo martes en Liga de Campeones ante el Basilea, y su equipo lo echó en falta.

Sin el "8" sobre el terreno de juego, los "reds" no generaron juego ni ocasiones claras de gol, y solo mejoraron con su entrada al césped al minuto 66.

El Queens Park Rangers, con los chilenos Eduardo Vargas y Mauricio Isla en el once, volvió a la senda del triunfo después de imponerse por 2-0 al Burnley, en un duelo de necesitados.

Los hombres de Harry Redknapp se llevaron los tres puntos con tantos del holandés Leroy Fer (51) y del inglés Charlie Austin (74), quien fue expulsado a falta de quince minutos para la conclusión.

Los otros dos encuentros del día en la liga inglesa, Hull City-West Brom y Tottenham-Crystal Palace, finalizaron con sendos empates sin goles.