El Orihuela prepara su partido del domingo, a las cinco de la tarde, en Los Arcos, ante el líder Muro, con la intención de sorprender a un rival que sólo está tres puntos por delante, y con la esperanza de que la afición incremente su apoyo debido al potencial del equipo contrario, para que los jugadores y empleados del club puedan pagar los gastos de arbitraje de este choque y el desplazamiento de la próxima jornada en su autogestión del club tras la dimisión de la junta directiva.

En el anterior encuentro, en casa frente al Atlético Saguntino, en la primera jornada de autogestión de los futbolistas, la afición respondió como nunca y Los Arcos contó con su mayor entrada de la temporada. La aportación del público sirvió para que el club pudiera pagar al árbitro y asumir los gastos del viaje a Utiel.

Ahora, y tras sumar dos victorias consecutivas, los escorpiones esperan que la hinchada responda todavía más y para ayudar en lo económico, pero también en llevar al equipo a su tercera victoria consecutiva en la Liga y la primera ante el Muro, ya que la temporada pasada el Orihuela fue incapaz de superar a este rival en los dos partidos jugados. En aquella ocasión, el resultado en Los Arcos fue de empate a cero, mientras que en su desplazamiento al campo del Muro, el conjunto de la Vega Baja cayó derrotado por 2-0.

En la actualidad, el Muro es el líder del grupo y uno de los equipos más goleadores, por lo que Cartagena está trabajando con sus futbolistas la forma de neutralizar su juego imponiendo su propio estilo. Una victoria oriolana le acercaría mucho a la cabeza.

Camiseta solidaria

Por otro lado, el Orihuela muestra estos días su lado más solidario. Así, en esta ocasión colabora con una equipación firmada por los jugadores de la primera plantilla para sortear y sufragar gastos del festival a beneficio de los niños Miguel Ángel y David, que se celebrará el próximo día 10 de enero, en el Auditorio de la Lonja, para recaudar fondos con los que paliar los numerosos gastos del tratamiento de la enfermedad de las denominadas raras como la Epilepsia Generalizada Criptogénica, que están llevando a cabo en Santiago de Compostela.