El canadiense Milos Raonic dio ayer la campanada en el Masters 1000 de Bercy al derrotar por primera vez en siete encuentros al suizo Roger Federer en cuartos de final, lo que aleja al helvético del número uno del mundo al final de la temporada y mantiene al jugador de origen serbio con sus opciones de clasificarse para el Masters de Londres. Raonic, apoyado en un demoledor servicio con el que logró 21 directos, atenazó al número dos del mundo, y acabó imponiéndose por 7-6(5) y 7-5 en una hora y 33 minutos. El joven jugador de 23 años sacó su mejor arma, su servicio meteórico, con frecuencia por encima de los 230 kilómetros por hora (218 de media). Y anotó hasta 21 puntos directos, con un porcentaje de primeros del 67 por ciento y con una eficacia del 85 por ciento de los puntos ganados con su primero.