Moisés Vidal creía estar viviendo un sueño cuando cruzó la línea de meta del Ironman de Barcelona en 8 horas y 45 minutos, un tiempo que le sitúa entre los mejores triatletas de España y que le permite clasificarse para el Mundial de Hawai del próximo año. El alicantino, de 40 años de edad, consiguió un hito al alcance únicamente de los profesionales. Llegó el vigésimo segundo de la general entre más de 2.500 atletas y el primero de su grupo de edad tras una carrera que catalogó de «perfecta». Había siete plazas para el Mundial y una de ellas es suya. La prueba, que costó de 3.800 metros de natación, 180 kilómetros de ciclismo y 42 de carrera a pie, reunió a los mejores del país en un día en el que los participantes tuvieron que luchar también contra las condiciones atmosféricas, entre ellas un mar picado que complicó mucho el día a los triatletas. Moisés, que entrena en el Tiro Pichón de Elche, afrontaba su Ironman número 14 en busca de mejorar su registro de 9 horas. «Venía de estar cinco semanas con una fuerte anemia de la que todavía no estoy totalmente recuperado y no me esperaba ni mucho menos hacer una marca como esa», afirmó Moisés, que no se creía que había conseguido una plaza para Hawai. «Me encontré muy bien desde el principio, en el mar tuve que remontar muchas posiciones porque salí muy atrás pero iba muy bien. Hice el 70 mejor parcial en el agua. Luego en la bici y corriendo sabía que podía hacer algo grande», relata el triatleta alicantino.
Pese a haber finalizado 14 pruebas de estas características, Moisés no encuentra patrocinador y su sueño de estar en Hawai el próximo con los mejores del mundo se esfuma. «Entreno unas 12-14 horas porque tengo que compaginar con el trabajo y es muy difícil encontrar un patrocinador que me apoye. Para Hawai hace falta mucho dinero y no sé si podré ir», apunta Moi, que asegura que la clave de su éxito es la mente. «Para finalizar una prueba de estas de tanta exigencia es fundamental la cabeza, el físico también lógicamente, pero psicológicamente es clave porque son muchas horas las que tienes que estar luchando contra ti mismo», comenta Moi, que ahora se tomará unos días de descanso antes de pensar en próximos retos.
El triatleta alicantino todavía sigue dándole vueltas a la cabeza a la hazaña conseguida en Barcelona: «Ha sido uno de los Ironman más duros que he hecho. La tormenta complicó mucho la prueba y mi objetivo era bajar de 9 horas. Lo que no esperaba es hacer el tiempo que hice».
«Es un sueño haberme clasificado para Hawai porque había sólo siete plazas y mi categoría es la más dura que hay. He tenido que realizar mi mejor tiempo para poder conseguir la clasificación», comentó Moi, que espera encontrar patrocinadores para próximas pruebas.
El mérito es mayor aún porque viene de un tratamiento de cinco semanas contra una fuerte anemia. «Me faltaba hierro por todas partes, según me dijo el médico, me ha mermado mucho para entrenar y todavía me tengo que seguir medicando porque aún no la he superado», explicó el deportista alicantino, que cree que todavía puede bajar de las 8 horas y 45 minutos en el Ironman. «No llegué agotado, pienso que puedo bajar algo más, pero de momento sólo pienso en descansar», apunta.
