¿Qué conclusiones extrae tras haber disputado el primer partido oficial de la temporada?
El resultado ha sido un bálsamo para el equipo. Los partidos de pretemporada habían generado dudas por algunas derrotas contra conjuntos de la EBA. Nuestra referencia era el 5 de octubre, el partido contra el Tarragona. Llegamos muy bien preparados. Logramos una victoria que disipa dudas y genera confianza.
¿Cómo afrontan la campaña?
Tras conseguir el ascenso de Primera Nacional a EBA el club decidió dar un salto, situarse un paso más cerca de la Adecco Oro, la categoría en la que debemos estar a medio-largo plazo. Este año el objetivo es asentarnos, encontrar la estabilidad tras años convulsos. Queremos pelear y competir cada encuentro, ya veremos a dónde llegamos.
¿Qué destaca de la plantilla?
El denominador común y la razón por la que están los jugadores con nosotros es el talento, la ambición, la juventud y las ganas de crecer al lado del Lucentum que tienen. Contamos con un grupo joven, lo que tiene aspectos negativos y positivos. Soy optimista y me quedo con lo bueno. Tenemos una margen de mejora muy grande, vamos a ser mejores jornada a jornada. Ser líderes ahora es algo anecdótico para nosotros.
¿Por qué apostó por entrenar al Lucentum en las horas más bajas del club?
Por dos razones bien claras. La primera es porque es un orgullo entrenar al Lucentum. La segunda es por la directiva nueva que entró, gente con ganas de trabajar, muy honrada y que confió en mí. Pensé que podía ayudar y decidí formar parte del club. Me siento un privilegiado. Y me impongo una presión muy grande para estar a la altura de las circunstancias y dar lo mejor de mí.
¿Cuál es el valor de la cantera en el actual proyecto?
La filosofía del club es clara en este sentido, hay que potenciar la base. Nuestra preocupación por lo que hay debajo del primer equipo es máxima. Este año contamos con un conjunto en EBA para la formación y para potenciar a la primera plantilla. También hemos reforzado al junior. Estamos pendientes de los jóvenes, para que no les falte ilusión por jugar en el conjunto de su ciudad.
¿Qué le dice la afición?
La masa social ha permanecido aletargada después del golpe de no poder ascender a la ACB. Pero sigue existiendo. Muchos se acercan cada fin de semana a apoyar al equipo. Esperamos más. Ahora ya no depende de ellos. Debemos ser nosotros, con nuestro juego y compromiso, los que les atraigamos. La pelota está en nuestro tejado.
¿Tienen apoyo institucional?
Estamos en un momento complicado en todos los ámbitos económicos. Aún así, notamos que tenemos apoyo. Es un tema del club pero yo sí que siento un respaldo. Entre todos queremos sacar al Lucentum de una situación que ha sido límite. Es necesario contar con apoyos, tanto privados como públicos, aunque el público es difícil en estos momentos.
Regresar a la ACB a medio plazo, ¿es posible?
Hablar de la ACB es vender humo. Es algo a largo plazo. En este momento nos tenemos que preocupar más por el presente que por el futuro, hay que crear las bases de algo esperanzador. También es momento de tener los pies en el suelo y aprender de los errores cometidos en el pasado.
