Titular indiscutible en la Liga para Luis Enrique Martínez, el croata Ivan Rakitic se ha convertido en el centrocampista que más pases da en el Barcelona -con una media de 103 por partido- y, gracias a su consistencia física, ha aportado oxígeno defensivo para dar vitalidad al juego azulgrana. En apenas dos meses, el exvolante del Sevilla se ha adaptado a la perfección a la singular idiosincrasia táctica azulgrana y ha suplido, sin dramas en el entorno, la jerarquía cedida por Xavi Hernández, una leyenda que en este inicio de temporada ha perdido presencia en la sala de máquinas barcelonista.

Ante el Levante, sumó su cuarto partido completo en el campeonato liguero y anotó su primer tanto de azulgrana con un potente disparo desde fuera del área, un recurso que ya había probado, con menos suerte, en los anteriores encuentros. En el Ciutat de Valencia, volvió a ser el jugador azulgrana que más pases dio -124 en total- y colaboró en cerrar el balance defensivo ante los contraataques trazados por el equipo entrenado por José Luis Mendilibar.

Su capacidad de sacrificio se demostró en el minuto 14. Con empate a cero, perdió un balón en el círculo central y completó una carrera titánica hasta el área pequeña de la portería defendida por Bravo para evitar el primer tanto rival en un peligroso contragolpe.

Si bien su rol es distinto al que desempeñó en el Sevilla, donde sacó a relucir su faceta más ofensiva, Rakitic ha aceptado, sin rechistar, lo que le pide Luis Enrique. Situado en la derecha, la posición que Xavi Hernández ha ocupado en los últimos gloriosos años del Barcelona, su perfil futbolístico es distinto al del centrocampista de Terrassa.

Menos lúcido en el juego horizontal, Rakitic es lo más parecido a un todoterreno. Su estilo vertical no desentona en un equipo más directo, mientras que su resistencia física le permite colaborar defensivamente junto a Sergio Busquets, quien en las dos últimas temporadas ha sufrido el desequilibrio latente en la medular.

Prueba de su jerarquía en tareas de recuperación, es su compromiso en compensar el agujero generado en la banda derecha como consecuencia de la exuberancia ofensiva con la que los laterales abren las bandas, en un equipo en el que los extremos no existen. A ello se suma el trabajo en iniciar la presión avanzada tras pérdida del balón que el Barcelona de Luis Enrique parece haber recuperado.

A sus 26 años, cuenta con los pulmones, así como con la inteligencia posicional suficiente, para juntar el equipo y achicar los espacios cuando el equipo pierde la posesión. Si bien no es el jugador que más balones recupera, su despliegue físico añade el equilibrio necesario en el centro del campo.

Ivan y Neymar, dudas en Málaga

Tanto Rakitic como Neymar, que terminaron con molestias en el tobillo y en el pie tras la victoria del Barça frente al Levante, realizaron ayer trabajo de fisioterapia en el entrenamiento de recuperación del equipo y son duda para jugar mañana (22.00, C+1) en Málaga.