El partido de mañana es muy especial para el delantero del Hércules Javier Portillo. Sólo militó una temporada en el Nàstic de Tarragona, pero nunca se le olvidará porque fue la mejor de su carrera. Tras jugar como cedido en la Fiorentina italiana y el Brujas belga, Portillo aterrizó en el Nàstic de Primera División en la temporada 06/07. Formó una gran pareja atacante con el corpulento Makukula y finalizó el curso con 12 goles, uno de ellos en Copa del Rey.
Aún así, no pudo evitar el descenso del conjunto catalán a Segunda División. A partir de este momento, la carrera de Portillo comenzó una pendiente descendente ya que la elección de Osasuna como nuevo equipo le salió rana. Sólo marcó dos goles en dos temporadas y después recaló en el Hércules en el mercado de invierno de la temporada 09/10, la del ascenso a Primera.
Portillo, que no ha querido realizar declaraciones esta semana, asume que comenzará como suplente ante el Nàstic (aunque Pacheta no lo quiso confirmar ayer) pero tiene garantizados minutos en la segunda parte, ya que sólo hay dos delanteros natos en la plantilla. El atacante de Aranjuez, capitán junto a Paco Peña y Javi Casares, atraviesa una situación personal delicada debido al estado de salud de su padre. Hasta el momento ha marcado un gol, en Copa ante el Eldense, a la salida de un córner.
