Cuando hace cuatro años el Balonmano Servigroup Benidorm lograba el ascenso a la Segunda División, se marcaba una meta llegar a la máxima categoría de este deporte a nivel nacional, o lo que es lo mismo la Liga Asobal.

La pasada temporada, una vez logrado el ascenso a División de Plata, su presidente Javier Abinzano le dijo al alcalde en la recepción oficial «nuestra próxima meta es la Liga Asobal».

Evidentemente aquello parecía una utopía, un sueño con pocos visos de hacerse realidad, porque se acababa de subir, con una plantilla formada básicamente por jugadores alicantinos, algunos de la cantera local, y muchos pensaban "vamos a ver si nos mantenemos en la categoría y más adelante se verá lo que hacemos".

Lo que ha hecho esta plantilla, mezcla de juventud con algunos toques de veteranía, a las órdenes de un técnico Fernando Latorre, que la temporada anterior había sido jugador del propio equipo no es fácil. El equipo se ha mantenido a lo largo de casi toda la temporada en puestos de play-off e incluso en las últimas jornadas en la segunda plaza, tras el Barcelona B, que daba derecho al ascenso directo, puesto que el filial blaugrana no podía subir.

En la última jornada, un triple empate con Zamora y Alcobendas, permitía el ascenso de los zamoranos, por el mejor gol-average, pero lejos de perder la ilusión, los benidormenses acudían al play-off de Alcobendas, en una final a cuatro en la que uno sólo sería nuevo equipo de Asobal, con la moral muy alta y con un nutrido grupo de seguidores que, al igual que la plantilla, seguía pensando que el sueño seguía siendo realiable.

Tras ganar al Amenábar de Zarautz en el primer partido (26-22), los benidormenses tendrían que vérselas con el anfitrión Alcobendas en el Pabellón Amaya Valdemoro y en una final épica, con prórroga incluida no apta para cardíacos, los chicos del Servigroup ganaban 24-25 en un partido con suspense final, que pasará a la historia.

Los momentos que siguieron al partido con la euforia de jugadores y aficionados e incluso alguna lágrima del presidente, que explotaba tras toda la tensión vivida durante el partido, fueron inenarrables. Posteriormente tras llegar de Madrid el autobús fue directamente al Ayuntamiento, donde en la misma puerta eran recibidos por el alcalde y otros miembros de la corporación municipal. Desde el balcón de la casa consistorial, jugadores, presidente, directivos y autoridades compartieron con los aficionados congregados en la Plaza SS.MM. Reyes de España su alegría.

Ahora el objetivo es que el club tenga viabilidad en la Liga Asobal y que los aficionados de Benidorm y del resto de la provincia de Alicante vuelvan a tener balonmano de élite y puedan disfrutar en el Palau l'Illa de Benidorm de los mejores equipos de balonmano de Europa, que es lo mismo que decir del mejor balonmano a nivel mundial.