Gedeón Guardiola, «hispano» de Petrer, afronta junto a su gemelo Isaías el tramo decisivo de su segunda temporada en el Rhein Neckar Löwen alemán, con el que acaba de renovar por dos temporadas más y en el que aspira a casi todo. De paso por su «patria chica» tras el éxito en Dinamarca, Gedeón repasa las claves de la buena racha de la nueva selección de Cadenas y reconoce que la Bundesliga le ha mejorado mucho como jugador en dos aspectos esenciales: «El físico y la agresividad».
Oro mundial en 2013 y bronce europeo este año en Dinamarca. Ni usted ni «los hispanos» se bajan del podio...
Llevamos una racha muy buena. El grupo humano de la selección, de «los hispanos», estamos muy unidos, muy juntos en los buenos y en los malos momentos y vamos a intentar que siga esta buena racha de medallas. Sabemos cuál es el camino y a ver si podemos continuar con los éxitos.
Pese a esta buena racha de resultados, la selección sigue transmitiendo una saludable imagen de humildad y unidad...
Sí. Los éxitos llegan a partir del trabajo humilde, según mi experiencia en el balonmano. También el esfuerzo diario y la unidad que tenemos nos transmiten mucha fuerza para afrontar los momentos malos. Son unos valores que tenemos que explotar al máximo.
Además del cambio de técnico, ¿qué diferencias hay entre esta selección de Manolo Cadenas y la campeona mundial de Valero Rivera?
Valero [Rivera] es más partidario de la disciplina y sus entrenamientos eran más metódicos y tácticos. Con Manolo [Cadenas] los jugadores tenemos un poco más de libertad, podemos entrenar más a nuestro criterio y él también asume más el aspecto físico que el táctico. De la disciplina de Valero al acercamiento y la libertad que nos pueda dar Manolo. Ésa es la diferencia.
¿Cuál ha sido su gran momento en este Europeo de Dinamarca? ¿La conquista del bronce ante Croacia?
Sin duda. Ganarle a Croacia en un partido muy igualado, en el que hicimos una gran primera parte y mantuvimos una defensa muy cerrada en la segunda. Estuvimos muy acertados en el día en que debíamos estarlo. Demostramos serenidad y saber estar en la pista en el momento clave.
Hoy por hoy, ¿es inaccesible para España la campeona europea Francia?
No, no lo creo. Nosotros estamos en el nivel de los grandes, de Francia, Dinamarca y Croacia. Últimamente repetimos las semifinales los mismos equipos y ante Francia jugamos un gran partido y perdimos por errores mínimos en la segunda parte. No creo, ni mucho menos, que haya una gran diferencia. Son ganables y ellos nos tienen mucho respeto.
¿Cuál es su próximo reto con la selección española?
Este año es más tranquilo que otros anteriores, puesto que ya estamos clasificados para el Mundial [de Catar, en enero de 2015] y para esa fecha «los hispanos» ya estamos mentalizados de que queremos repetir título. Defendemos la corona y vamos a ir con esa responsabilidad. Hemos madurado y, psicológicamente, la gente nos tiene un poco más respeto y nosotros debemos mejorar aún porque todos los equipos nos quieren superar.
Al margen de la selección, ¿cómo marcha su aventura con el Rhein Neckar Löwen de la Bundesliga alemana?
Muy bien, estoy muy contento y he renovado dos años más allí. Me tratan muy bien y me dan muy buenas condiciones. Es un equipo de primer nivel y cada vez tenemos más peso en la Bundesliga, donde hay grandes equipos, e intentamos luchar también en la Champions, donde tenemos opciones para llegar a la final four, lo cual sería un gran éxito. En la Liga estamos terceros empatados con los cuartos y también tenemos opciones en la Copa en competiciones muy exigentes. Si nos respetan las lesiones podemos dar alguna sorpresa este año.
¿Qué le aporta el balonmano alemán? ¿Cómo ha evolucionado desde que compite en la Bundesliga?
A mí fundamentalmente me ha mejorado el físico, ya que los partidos en Alemania son mucho más intensos y exigentes, al igual que los entrenamientos. El aspecto de la agresividad también es importante porque te enfrentas a jugadores mucho más pesados y más fuertes y para frenarlos en defensa tienes que ser más agresivo. Allí el balonmano es más profesional y la exigencias es máxima.
¿Vislumbra a medio plazo una salida a la crisis del balonmano de clubes en España que ha provocado un éxodo masivo de jugadores como es su caso?
No veo una solución a medio plazo. Ojalá se recupere cuanto antes, pero yo creo que será a largo plazo y, mientras tanto, nos va a tocar estar en Alemania, donde se cuida mucho mejor el deporte. Tendré que aprender de esta experiencia todo el tiempo que pueda y si en el futuro puedo volver a competir en España intentaré llevar toda esa experiencia acumulada en la Bundesliga.
