Los dirigentes del Lucentum dejaron claro ayer que los 500.000 euros que aporta el Ayuntamiento se destinan únicamente a pagar deuda y poder cumplir con las exigencias del convenio del concurso de acreedores. «Nosotros hemos venido a trabajar. Llegamos cinco meses en el cargo y estamos luchando para conseguir pequeños patrocinadores que nos permitan cubrir el presupuesto de esta temporada», señaló ayer Toni Gallego, máximo dirigente de la entidad alicantina.

Sobre el malestar creado por el fuerte desembolso del Consistorio, Daniel Adriasola, vicepresidente, quiso zanjar cualquier polémica. «Nuestro club tiene la singularidad de que tiene al Ayuntamiento como máximo accionista. La situación real del Lucentum no está suficientemente explicada y la gente nos ha rajado de forma gratuita. Antes del concurso se pedía al Ayuntamiento que apoyara y ahora esos mismos son los que critican», explica Adriasola, que aclara que «tenemos muchas deudas que vienen de atrás y que hay que pagar como sentencias o despidos, el Ayuntamiento firmó un convenio para sacar adelante el concurso de acreedores y es lo que hay que abonar ahora, no hay nada más».

El vicepresidente del Lucentum quiso acabar con todas las críticas: «Si el club era tan goloso no sé por qué no había cola este verano para hacerse cargo de él. Por supuesto que podemos entender que pagar medio millón de euros es un disparate. Eso lo entendemos todos, pero simplemente es para que el Ayuntamiento cumpla el convenio que firmó en enero, ese dinero no es para nosotros, que quede bien claro».

Toni Gallego recalcó el hecho de que la fuerza del club esta temporada va a ser la base, con una estructura con mejores condiciones que años anteriores. El presupuesto de la entidad esta campaña será de unos 120.000-150.000 euros de los que el 80 por ciento se dedica a la base.

«El objetivo es acabar la temporada sin un euro de déficit y tratar de ir bajando la deuda poco a poco», señaló el presidente del Lucentum. Por su parte, Miguel Medicis, secretario técnico, apuntó un dato: «El presupuesto del primer equipo no es ni mucho menos de los más altos de la categoría, incluso es menor al que tenía el segundo equipo del Lucentum el año pasado».

El objetivo deportivo es claro, según expone Toni Gallego: «Lucharemos para conseguir el ascenso y poder jugar la próxima temporada en la EBA.

Desahuciados de la sede

Una de las sorpresas que se encontraron los nuevos dirigentes es que había una orden de desahucio sobre la sede de la entidad por llevar alrededor de un año sin pagar alquiler. Cerca de 10.000 euros que se suman a la lista de las deudas. La nueva sede se reparte ahora entre el Centro de Tecnificación, Babel y Pitiu Rochel.