La grada del campo de La Llometa de Muro contó ayer con un espectador de excepción: Julio de Dios. El mediocentro, lesionado de gravedad a los pocos días de comenzar la pretemporada, se encuentra inmerso en un largo proceso de rehabilitación que se prolongará hasta el mes de enero.

«La recuperación está yendo perfectamente según me ha dicho el doctor, incluso por debajo de los plazos previstos aunque en estos casos es mejor no tener prisa», dijo.

Julio regresará a su tierra, Jaén, para proseguir con los ejercicios hasta final de mes. «Entonces ya vendré para Alcoy para terminar de ponerme a punto en el campo. Tengo las botas preparadas. Cuando estás bien no aprecias estar día a día en el verde», declaró.

De Dios elogió el excelente comienzo de temporada del equipo. «De haber empezado así la pasada campaña posiblemente nos hubieran ido mejor las cosas. Es importante continuar en esta línea y con los pies en el suelo. No hay que lanzar las campanas al vuelo».

El andaluz, por último, lamentó la pronta eliminación copera. «Había esperanzas tras la experiencia del pasado año».