El tenista español David Ferrer, quien a sus 31 años vive uno de los mejores momentos de su carrera, se ha trazado como próxima meta la final del Abierto de EEUU, según dijo en una entrevista que publica hoy el diario brasileño O Globo.

"Ganar un Gran Slam es muy difícil", dijo Ferrer, actual número tres del mundo y quien nunca ha ganado uno de los grandes torneos, aunque este año llegó a la semifinal del Abierto de Australia y a la final de Roland Garros, en la que fue derrotado por Rafael Nadal.

Ferrer sostuvo que, a sus 31 años, su tenis "continúa mejorando", citó que el año pasado ganó su primer Master 1000 y afirmó que aspira a seguir "evolucionando", pues su meta es "jugar otra final de un torneo del Gran Slam".

El próximo y último de este año será el Abierto de EE.UU., que comenzará el 26 de agosto y en cuya final pretende estar.

No obstante, admitió que "esas cosas no son fáciles", pues a los favoritos "de siempre", entre los que citó al serbio Novak Djokovic, al británico Andy Murray, al suizo Roger Federer y a su compatriota Rafael Nadal, se suman "muy buenos jugadores que están surgiendo y pueden vencer a cualquiera".

De todos modos, dijo confiar en sus posibilidades y también apuntó que las diferencias entre quienes ocupan los primeros lugares de la clasificación mundial y el resto aún son muy grandes.

"A veces hay sorpresas", indicó Ferrer, pero como ejemplo de la regularidad de los mejores tenistas citó el caso de la final de Wimbledon, disputada este año por Djokovic y Murray, que ocupan los dos primeros lugares de la clasificación.

Según Ferrer, "los mejores tenistas tienen un saque mejor, son muy regulares y también son muy fuertes mentalmente, por lo que siempre es muy difícil ganarles".