El inglés Lewis Hamilton, campeón del mundo de Fórmula Uno en 2008 -con McLaren-, logró este domingo, su primera victoria a bordo de un Mercedes al ganar por cuarta vez el Gran Premio de Hungría, la décima prueba del certamen, en la que el español Fernando Alonso (Ferrari) concluyó quinto.

Hamilton, de 28 años, que el sábado había firmado en el Hungaroring festejó hoy su vigésimo segundo triunfo en la categoría reina, el primero de la temporada y con su nuevo equipo; y el cuarto en las afueras de Budapest, igualando el récord de victorias en Hungría del 'Kaiser', el alemán Michael Schumacher.

El inglés cubrió, en una calurosa jornada, las setenta vueltas al exigente y virado circuito húngaro, de 4.381 metros, para completar un recorrido total de 306,6 kilómetros, en una hora, 42 minutos, 29 segundos y 445 milésimas. Y ganó con casi once segundos de ventaja sobre el finlandés Kimi Raikkonen (Lotus) y con doce y medio respecto al alemán Sebastian Vettel (Red Bull), que reforzó su liderato al frente del Mundial.

Vettel, que a principios de mes cumplió 26 años y que la temporada pasada se convirtió en el tricampeón mundial más joven de la historia, dio hoy un importante paso en su afán por convertirse en cuádruple ganador del campeonato. A falta de nueve carreras para el cierre de Sao Paulo (Brasil), el próximo 24 de noviembre, pasó el ecuador liderando el Mundial con 172 puntos, 38 más que Raikkonen, que -con un punto más- desbancó de la segunda plaza a Alonso.

Hamilton, que logró el tercer triunfo del año para la escudería que dirige (aún) Ross Brawn, después de las logradas por el alemán Nico Rosberg en Mónaco y en Silverstone, es cuarto, con 124 puntos y confirmó que, solucionados los problemas con los neumáticos, entrará en la lucha por el título si en algún momento falla Vettel.

Porque eso es lo que debe esperar ahora Alonso, aparte de que en Maranello aceleren la maquinaria durante estas tres venideras semanas de parón veraniego. Ferrari es en estos momentos el cuarto coche de la parrilla, detrás de Red Bull, Mercedes y Lotus, que hoy acertó en la estrategia de Kimi, el único de los cinco primeros que fue a dos paradas, avanzando del sexto en parrilla al segundo final.

Hamilton salió bien. Vettel -que arrancó segundo- aguantó el ataque del francés Romain Grosjean -que salió tercero y acabó sexto, después de protagonizar varias batallas y ser penalizado con un 'drive thorugh'- y Alonso rebasó a Rosberg. Que se tocó con el brasileño Felipe Massa (Ferrari) en la primera vuelta y perdió puestos, en el que fue el primero de una sucesión de contratiempos que lo dejaron fuera de combate a cinco giros del final.

El ritmo del inglés -que paró en la novena vuelta- sólo lo seguían Vettel -en la décima- y Grosjean al principio. En esta ocasión, los neumáticos aguantaron. Mercedes, siempre rápido a un giro, pero al principio de año con problemas en tandas largas, parece haber resuelto el problema. La nueva versión de Pirelli -con la construcción del año pasado (carcasa de kevlar)- les va bien.

De entre los diez primeros en parrilla, todos salieron con blandas, a excepción del australiano Mark Webber (Red Bull) -cuarto este domingo, por delante de Alonso-, que tras una pésima calificación, salía décimo con medios. Lo mismo que el inglés Jenson Button (McLaren), decimotercero con el compuesto más duro.

Situación que en la vigésima vuelta, después de que pararan los demás -Vettel lo hizo en la décima y Alonso dos más tarde- colocaba a Webber en el primer puesto, con Hamilton segundo y Button tercero, frenando ligeramente el ritmo de los que circulaban detrás de él -Sebastian, Fernando y Grosjean-. Algo que no decidió la victoria de Hamilton, pero que no le vino nada mal al inglés.

Webber entró en garaje en la 23, Lewis retomó el liderato y ya nada se interpuso en su camino hasta cruzar la meta, parando de nuevo en la 31 y en la 50.

Alonso y Vettel lo hicieron por segunda vez en la 34, el asturiano ingresó de nuevo en garaje en la 48 y en la 55 lo hizo el de Heppenheim. Siempre para instalar de nuevo los neumáticos medios.

La carrera no tuvo más historia y gracias a Hamilton, hoy sonó por vigésima segunda vez el 'God Save The Queen' tras una carrera de Fórmula Uno.

Su compañero Rosberg vio la otra cara de la moneda y acabó retirándose a cinco de meta, lo que sirvió que avanzarán un puesto el mexicano Sergio Pérez (McLaren), que acabó noveno; y el venezolano Pastor Maldonado, que hoy festejó el primer punto en lo que va de (un mal) año para Williams.

Alonso volvió a asumir el papel de buque insignia de Ferrari y defendió a su equipo tras la prueba, pero le recordó que si ayer ya fue casi un milagro acabar quinto la clasificación, con parecida idea se marchaba acerca del resultado de este domingo en el Hungaroring, donde festejó, hace casi diez años, el primero de sus 32 triunfos, la cuarta mejor marca de la historia de la F1.

Fernando necesita mejoras significativas en su monoplaza si quiere aspirar a capturar este año su tercera corona. Ferrari es la escudería más exitosa y con más solera de la Fórmula Uno, pero la historia no regala victorias: su última 'pole' data de hace más de un año (en Hockenheim). Y en carrera también debe mejorar. Alonso, que este año lo hizo en China y en Barcelona, necesita ganar tres o cuatro carreras. En Maranello se tienen que poner las pilas