El árbitro Adrián Calabuig Llobregat fue agredido en el transcurso del encuentro de Regional Preferente El Campello-Alicante por el portero del equipo visitante, Alberto Pérez Coloma, tras la señalización de un penalti contra su equipo.

El incidente se produjo ayer, en el minuto 74 del partido, que en ese momento registraba un marcador de 1-2, cuando el árbitro, que ya había señalado dos penaltis contra el Alicante, señaló una nueva pena máxima, lo que provocó la agresión del futbolista al colegiado.

El portero del Alicante fue sujetado por sus propios compañeros y el árbitro quedó tendido en el césped. Tras unos minutos, pudo levantarse, ordenó la retirada de todos los jugadores a los vestuarios y requirió la presencia de la fuerza pública.

Una vez se personó la Guardia Civil, el colegiado denunció ante los agentes lo ocurrido y casi media hora después reanudó el partido con el lanzamiento del penalti y la expulsión del agresor.

Tras el partido, que acabó con empate a dos goles, Alberto Pérez intentó sin éxito pedir disculpas al árbitro, que no redactó el acta del encuentro el vestuario.

El director deportivo del club, Efrén Soto, explicó a Efe que Alberto Pérez había "perdido los papeles en una situación de mucha presión porque ya le habían pitado dos penaltis con anterioridad", pero añadió que la acción era "reprobable", por lo que desde el club iban a adoptar "las medidas oportunas".

"El chico está arrepentido y de bajón porque reconoce que no es una reacción normal", explicó Soto, quien no considera normal que les hubieran pitado tres penaltis en contra, lo que no va a evitar que Alberto sea sancionado "con dureza porque ha tenido un cruce de cables total".