La Mitja Marató de Santa Pola es especial para todos los corredores y acompañantes que disfrutan de un fin de semana festivo como en ningún otro lugar. Pero los que mejor viven la carrera son los atletas santapoleros que cada año aumentan el número en la línea de salida y que aseguran que es un placer correr en casa.

Representando a los hombres y mujeres de Santa Pola subieron al podio en la categoría local, Luis Miñarro, como vencedor en hombres; y Lidia Lorente, como subcampeona en féminas. Ambos fueron el rostro de los 280 hombres y de 60 mujeres que personificaron el atletismo local.

Pero también lo hicieron en nombre del Ayuntamiento, de la organización, de los numerosos voluntarios, de los patrocinadores y de sus vecinos. El goce por correr y también porque el día de fiesta sea lo más largo posible, cercano e interminable es mayúsculo. Es el goce porque miles y miles de visitantes hayan disfrutado en la Feria del Corredor, en la Mini Marató con sus hijos, en todas las actividades paralelas, en los bellos y únicos lugares turísticos que ofrece la villa marinera, en el Simposium de Medicina Deportiva, en el reencuentro con amigos de otros lugares de España y del mundo. En definitiva, es el goce por disfrutar de un estilo de vida.

A pesar de que el viento no les permitió mejorar sus marcas personales, los dos se deleitaron a tope antes, durante y al finalizar la carrera. «Es un orgullo que la gente venga a alentar a los atletas como lo hacen aquí. He estado en otras carreras en las que hay muy poca gente animando durante el circuito y ni siquiera cortan las calles. Aquí da gusto correr, por la organización, por el ambiente, por la música que te lleva en volandas. Al terminar la prueba hablé con Abel Antón y coincidimos en que el verdadero protagonista de la fiesta es el corredor popular. Es quien se lleva todos los elogios y quien goza, sufre, disfruta, y al año siguiente repite, quizás acompañado por algún amigo o vecino», señaló Luis Miñarro Ayala, primer santapolero en llegar a línea de meta.

A pesar que no pudo batir su propia marca estaba feliz por todas las vivencias del día. «Ya no me acuerdo ni del frío que pasé durante la carrera, lo más importante es que me sentí inmensamente feliz», afirmó.

Por su parte, Lidia Lorente Rabasco, que fue la segunda clasificada entre las féminas locales y ha corrido el medio maratón de la villa marinera en numerosas ocasiones e, incluso, un año tomó parte del Maratón de Nueva York, aseguró que «nuestra prueba es única, salí a disfrutar de todo el recorrido y lo logré. La organización como siempre ha sido fabulosa, excelente, la fiesta ha sido total dentro y fuera del circuito», matizó.

Luis y Lidia representan la mano abierta y el enorme corazón del pueblo santapolero, perfectos anfitriones, buenos corredores y rotundos vencedores de todo un pueblo en esta fiesta del atletismo popular como es la Mitja Marató