El Santiago Bernabéu acoge esta noche un trepidante derbi madrileño, el primero en los últimos 13 años en el que el Atlético de Madrid llega por delante del Real Madrid en la clasificación, con el equipo de Mourinho asfixiado en Liga, obligado a ganar para cambiar el ambiente, y los de Simeone con la autoestima por las nubes, lanzados para acabar con el gafe.

Es el derbi de los papeles cambiados. Trece años después el Atlético llega por encima en la clasificación de su gran enemigo. Ocho puntos de ventaja reflejan la solidez del proyecto rojiblanco. El crecimiento y la madurez gracias a la mano de Simeone. Su admirado Mourinho no da con la tecla en su tercera temporada. Su equipo, en vez de crecer, sufre una involución en su fútbol.

Mourinho ha pasado su semana más difícil desde que es técnico madridista. Con él no hay grises. Y la afición del Bernabéu tiene plebiscito en el derbi madrileño tras los pitos en la Copa. El examen está servido y el Atlético tiene la oportunidad de incendiar la "casa blanca". Ante el Atlético ya está absolutamente prohibido fallar o la temporada quedará a expensas de lo que ocurra en Liga de Campeones.

Mou convocó ayer al canterano de La Vila Joiosa José Rodríguez, de 17 años, y duda entre Özil y Modric para el enganche en la media punta. Por su parte, el Atlético llega con la confianza a tope tras el 4-0 al Sevilla y con el gran aliciente del estreno de Falcao en el Bernabéu. Su única novedad puede ser la vuelta al doble pivote de Mario Suárez en lugar de Tiago Mendes.