A su llegada al Mar Alicante fue presentada como "la mejor jugadora alicantina de todos los tiempos". Cuatro años más tarde Isabel Ortuño (Elda, 1982) anuncia su retirada del balonmano femenino con una leyenda aún más grande a su espalda tras haber derrochado todo su talento y sacrificio con la camiseta del conjunto alicantino. La eldense anunció ayer que el partido de mañana, en el que el equipo de Esteban Roig cierra la temporada precisamente contra el otro gran club de su carrera profesional, el Elda Prestigio, será el último que dispute en su etapa en activo.

Ortuño asegura que llevaba tres años sopesando la idea de dejar el balonmano, pero su amor por el deporte la echaba siempre para atrás y volvía a vestirse de corto. Ahora, cuando está a punto de casarse, ha decidido dar un giro radical a su vida. Los problemas físicos que arrastra desde hace tiempo en la rodilla y un hombro han tenido mucho que ver en la decisión. La precaria situación económica del Mar en particular y de todo el balonmano femenino en general también influyen, aunque para ella esto último es secundario. "Nunca me ha afectado. Siempre he querido jugar aunque no cobrara", asegura.

En reconocimiento a su trayectoria en el Mar, el club ha decidido retirar su camiseta. Ya nadie lucirá el dorsal 17 que Ortuño ha portado las últimas cuatro temporadas. El agradecimiento del equipo a la jugadora es enorme, como demuestran las palabras del vicepresidente de la entidad, Pedro de Gea: "No voy a explicar quién es. Ser 105 veces internacional y campeona de Europa lo dice todo. Aquí ha sentado cátedra, solo tenemos palabras de elogio hacia ella por su compromiso con el balonmano femenino. Alicante nunca le podrá agradecer bastante lo que ha hecho".

El concejal de Deportes y exvicepresidente del Mar Mariano Postigo también quiso sumarse a los elogios hacia Ortuño. "Aunque los últimos dos años no han sido buenos en el aspecto económico, ella lo ha dado todo. Aún recuerdo las semifinales de la Recopa del año pasado, la forma en la que Isa tiró del equipo. Nunca se ha mostrado como una jugadora de élite cuando todos sabemos que en muchos momentos ella ha sido el fiel de la balanza del Mar", manifiesta Postigo.

La jugadora de Elda dice en su despedida que no tiene ninguna espina clavada de sus años como profesional pero sí le queda el regusto amargo del estado actual de su deporte: "La situación es lamentable. Todo va cuesta abajo y la gente tiene que emigrar. No hay la misma motivación que antes. Este año lo hemos pasado muy mal. Solo nosotras y los que nos rodean sabemos lo que hemos sufrido. Se está haciendo una bola de negatividad cada vez más grande. La sensación es que esto ya no tiene sentido", declara la jugadora en una despida en la que se impone su grandeza sobre la pista a la cruda realidad de estos días.