¿Cómo hace para que el equipo mantenga el nivel competitivo toda la temporada?

Lo que menos hay que trabajar es la competición. Lo más difícil es llevar el día a día, madrugar para tener que entrenar cuando la situación es tan precaria. Les damos mucha información a las jugadoras sobre los rivales para que pienses en los partidos y no en otras cosas. También es importante que la predisposición de ellas sea tan buena.

Tras el partido contra el Porriño se le vio molesto con la actitud de las chicas, ¿qué paso?

Fue una semana muy complicada. Hasta el jueves no supimos si viajábamos a Turquía. Retirarnos de la EHF hubiera sido una sentencia de muerte para el club, casi firmar la desaparición. Entrenar con tanta incertidumbre se hace muy difícil. Así que el Porriño, un rival inferior en la tabla, nos ganó en casa.

¿Qué cambió en Turquía?

Cuando vimos que el dinero para viajar se consiguió el equipo recuperó su dinámica habitual. Lo del Porriño ya es una anécdota. Luego vino la motivación propia de la competición en un partido que nos ofrecía la posibilidad de acceder a semifinales de una competición europea.

¿Las jugadoras que le dicen de todo esto?

Son las primeras exigentes con su rendimiento. Tras el partido con el Porriño varias salieron llorando del vestuario. Saben que su mayor reivindicación es hacerlo lo mejor posible. Meternos en la final de la EHF sería muy positivo para todos, podríamos conseguir el dinero necesario para terminar la temporada.

La mala situación económica también les está obligando a viajar el mismo día de partido cuando juegan fuera en Liga, ¿cómo lo llevan?

No son las mejores condiciones. Para jugar en León nos tuvimos que levantar a las 7 de la mañana para llegar allí a las 18.30 y jugar a las 20.30. Aún así ganamos con claridad a un buen rival. La mala situación económica no hay que usarla como excusa en la pista. No es lo ideal pero ahora las cosas vienen así.

¿Usted cómo lleva este asunto personalmente?

Es difícil. Hay que situarse en un nivel superior, mantenerse ajeno. Lo que más me molesta no es que la situación me afecte a mí, sino al grupo. Es una pena porque este equipo es joven y con proyección. Hay jugadoras que van a ser importantes en el balonmano español los próximos años.

Y el sábado juegan en Elche...

Va ser un partido complicado por la gran temporada que están haciendo. Su pista es pequeña y cuesta adaptarse para jugar allí.