El sábado cumplió 68 años. Empezó a correr en 2003, cuando se jubiló como inspector de educación. Desde entonces no ha parado, hasta completar cerca de cuatrocientas carreras y multitud de maratones y ultramaratones. Ahora recoge sus experiencias en el libro Ser feliz corriendo, que publica Editorial Club Universitario.

Pensaba que usted llevaba corriendo toda su vida...

¡Qué va! Me jubilé en 2003. Al poco tiempo tuve una subida de tensión por culpa de la vida sedentaria que tenía. El médico me recomendó que empezara a hacer ejercicio. Ahí comenzó todo. Desde entonces llevo casi cuatrocientas carreras. Me apunto a todo: ultramaratones, millas... Hay semanas que compito hasta en dos pruebas distintas.

¿Y antes no hacía nada?

Andaba un poquito (ríe). Tenía un trabajo de oficina y no me cuidaba mucho. A raíz de que cambié mi régimen de vida empecé a contactar con personas que corrían. Mi primera carrera fue en 2003 en Santa Pola. Terminé lleno de agujetas. En la siguiente prueba ya me fue mejor.

¿Qué le ha llevado a escribir todo esto en Ser feliz corriendo?

Siempre me ha gustado escribir. Entre separatas y libros tengo cerca de cuarenta publicaciones, todas de pedagogía. Ahora quería recoger mis experiencias. En la segunda parte de la obra he sistematizado un plan de entrenamiento, el método Moratinos. Si se vende bien ampliaré los principios. De momento ha tenido buena acogida. El sábado lo presento en Alicante (Serrano, 4).

¿En qué consiste su método de entrenamiento?

Es original. Parte de las ciencias del saber. Las carrera se pueden analizar desde el turismo deportivo, la ecuación matemática, el derecho, la psicología, la motivación... Esto es susceptible de ampliación pero no quería que mi primer libro fuera aburrido.

El plan de trabajo lo narra entrelazado a la experiencia propia y su teoría de la felicidad...

Ese es el objetivo final, pasarlo bien. La marca no debe ser la obsesión. Hay atletas que desarrollan una tarea intensa y a los 35 años ya están acabados. Lo bonito es correr toda la vida.

¿De verdad se puede ser feliz corriendo como dice el título?

Puedes llegar al éxtasis mientras corres, como reza la filosofía oriental del flow. Liberas endorfinas, parece que estás drogado. Llevas tres horas corriendo y eres feliz. Las personas que corren suelen ser optimistas. Entre mis compañeros no hay depresiones.

¿No tienen ningún aspecto negativo el atletismo?

Lo que más rabia me daría sería retirarme de una carrera. Hasta ahora no me ha pasado nunca, ni siquiera en un maratón. Si me ocurriera cogería más fuerzas para la siguiente prueba.

¿Tampoco ha sufrido lesiones o percances físicos?

Nada. Los compañeros siempre me hablan de problemas en los gemelos o los isquiotibiales pero mi forma de correr es prudente. Voy a terminar las carreras, a un ritmo de seis minutos el kilómetro. Así voy cómodo, que tampoco tengo 20 años.

Al margen de desarrollar su método, ¿tiene pensado seguir escribiendo sobre el mundo de las carreras?

Sí, me han surgido más ideas. Estoy escribiendo una novela negra ambientada en el contexto del maratón. Cuenta la historia de un detective que es aficionado al atletismo e investiga una muerte durante una prueba que no le parece natural.

Usted es todo un ejemplo...

Solo intento animar a compañeros de mi edad que no se han preparado bien la jubilación.