A punto de cumplir los 17 años, la gran promesa del tenis alicantino acaba de recibir un gran espaldarazo anímico y deportivo a su carrera. Albert Alcaraz (Sant Joan d'Alacant, 1995) ha convivido y se ha entrenado durante la última semana con Rafa Nadal en Manacor a petición del número dos del mundo. Fueron los primeros entrenamientos del tenista balear tras perder la épica final del Abierto de Australia ante Novak Djokovic y coincidieron con la polémica de los guiñoles franceses sobre la sentencia por dopaje contra Contador y sus constantes parodias sobre deportistas españoles. "Si en Francia quieren saber por qué Nadal ha ganado tanto", zanja Alcaraz, "sólo tienen que ver cómo trabaja y su enorme capacidad de sacrificio para entenderlo todo". El tenista alicantino explica que tanto Rafa como su tío y entrenador Toni apenas dieron importancia a la encendida polémica de Canal Plus Francia y añade que vio al exnúmero uno cargado de moral para afrontar la temporada: "Estoy seguro de que este año volverá a ganar a Djokovic".

Nadal y Alcaraz comparten la misma empresa de representación, IMG, y a través de ella el tenista de Manacor contactó con el alicantino para compartir una semana de entrenamientos en su pista cubierta de superficie dura y preparar la inminente gira estadounidense de marzo por Indian Wells y Miami. Rafa viene de perder la final de Australia -pero ha elevado su listón competitivo muchos enteros ante Djokovic-y Albert alcanzó las dos finales de torneos ITF júnior que ha disputado este año en la India, aunque perdió las dos pese a tener muchas opciones en ambas. En la isla, frente a frente, el presente y el futuro del tenis español. "Me llamó mucho la atención", explica el alicantino, "que yo le pegaba fuerte a la bola y que ésta me volvía aún con más fuerza. Cuando juego con la gente de mi edad, esto no me pasa y con Rafa, cuanto más fuerte le daba, más me hacía correr... Cuando juegas contra él, no hay respiro, todo el rato tienes la bola encima y cuando le vi hacer físico, hace cosas que para mí parecen imposibles". Albert trabajó con Rafa las múltiples facetas del tenis, pero, especialmente, aquellas en las que más énfasis pone el número dos del mundo para mejorar: "Jugar más dentro de la pista, ser más agresivo; muchísimos restos, sobre todo al lado del deuce, y muchos servicios con cambio de direcciones y segundo saque para que no le aprieten tanto", explica Álvaro Carbonell -uno de los entrenadores de Alcaraz junto a Marcos Giménez-, que también destaca la específica preparación física de Nadal, "distinta de la convencional, sin carrera continua en cinta desde hace años, por ejemplo".

Lejos de encontrarse con un jugador "tocado" tras perder en Melbourne la séptima final consecutiva ante Djokovic -tres de ellas de Grand Slam-, Alcaraz y su entrenador coincidieron con un tenista entero y cargado de moral para seguir acosando al número uno del mundo. "Más que afectado por perder, lo encontré con más ganas aún de superarse y mejorar su juego para ganarle la próxima vez que juegue contra Djokovic. Rafa nunca se rinde y va a seguir luchando. Estoy seguro de que le volverá a ganar este año", indica Alcaraz.

Los consejos del "crack"

Además del intenso trabajo físico y técnico, el tenista alicantino y su entrenador destacan la "cercanía" humana de Nadal, que les acompañó durante varias cenas, aconsejó a Albert sobre cuestiones técnicas y físicas y le expresó su deseo de coincidir pronto en el circuito profesional del tenis. "Transmite grandes dosis de ilusión y de ganas de seguir trabajando", recalcan.

Antes de viajar a Madrid para ser recibido en la Moncloa y la Zarzuela junto al resto del equipo de la Copa Davis que consiguió el título de 2011 en diciembre pasado en Sevilla, Nadal dejó varios mensajes en las redes sociales, con fotos incluidas, en los que agradecía a Alcaraz y Carbonell la semana de trabajo. "Para mí", concluye el joven tenista alicantino, "ha sido increíble e inolvidable la experiencia de entrenar y convivir con Rafa, de compartir con él otras facetas como la preparación física y comprobar su enorme capacidad de trabajo, que es lo que le ha permitido conseguir todo lo que ha logrado. Espero que a él le haya gustado entrenarse conmigo y me llame otra vez... Yo estaría encantado de repetir".