Lo que debería ser un viaje ilusionante del Mar Alicante por Europa se ha convertido en un suplicio. El equipo alicantino se ha visto obligado a disputar este fin de semana en Hungría tanto el partido de ida como el de vuelta de los octavos de final de la Copa EHF. El club se ahoga económicamente y no encuentra salida, tal y como detalla Toni Navarro, su presidente: "Estamos en una situación crítica, no tenemos dinero ni para pagar los arbitrajes y no sabemos cómo vamos a terminar, soy muy pesimista en estos momentos, necesitamos ayuda directa de manera urgente".

El dirigente del Mar Alicante no tiene claro si el equipo va a poder acabar la temporada. "Las jugadoras llevan tres meses sin cobrar, es algo que nunca nos había pasado y ahora nos está desbordando. Pese a todo ellas quieren continuar, están haciendo una temporada magnífica pero necesitan el dinero para los gastos", señala Navarro, que tiene un problema muy a corto plazo: "El miércoles jugamos en casa ante el Kukullaga y no sabemos de dónde vamos a sacar el dinero para pagar a los árbitros, alrededor de 2.000 euros".

El club necesita más de 90.000 euros para solventar todas las deudas que se van acumulando. El origen de esta situación es claro: "Las empresas que antes nos ayudaban ahora no lo hacen, la Generalitat no cumple sus compromisos y aunque tenemos reuniones todos los días con posibles patrocinadores no encontramos respuesta".

"Antes íbamos a los bancos y nos adelantaban el dinero de los convenios, pero ahora es imposible, nos hace falta ayuda directa para salir de esta situación crítica", afirma el presidente del Mar Alicante, que no tiene intención de arrojar la toalla: "El médico me ha recomendado que lo deje, pero quiero tratar de solventar esta temporada y después ya se verá, pero así no podemos seguir".

Con este panorama, el futuro no puede ser muy esperanzador. "Aún confiamos en que la gente nos ayude, pero yo creo que ni siquiera va a ver liga en División de Honor la próxima temporada porque la mayor parte de los equipos están igual de mal que nosotros", augura el dirigente alicantino.

De momento, el club no tiene pensado dar la carta de libertad a las jugadoras que lo soliciten como están haciendo otros equipos, confía en la ayuda de las instituciones para aliviar el problema a corto plazo. El equipo tiene previsto viajar la próxima semana en autobús a Pamplona y regresar tras el encuentro sin hacer noche, una práctica cada vez más habitual. La deuda con la empresa de transporte también se acumula.