El Valencia sufrió su primera derrota en la Liga, y lo hizo debido a su falta de ambición e ideas frente a un Sevilla que jugó muchos minutos con nueve hombres y que apeló a la heroica para sumar otros tres puntos que le mantienen invicto en el campeonato gracias al tanto del malí Frederic Kanouté.

Los sevillistas perdonaron al rival en la primera parte, donde fueron muy superiores, y el Valencia, que acabó con diez por la expulsión de Aritz Aduriz, no supo como meterle mano a un adversario que se desfondó para que el 1-0 valiera.

Había dicho el entrenador del Valencia, Unai Emery, en las previas que este partido se podía calificar como "una media final" al reunir a dos equipos que tienen el mismo objetivo, conseguir puestos para disputar la Liga de Campeones.

Pese a ello, el técnico vasco, después del exigente trabajo del pasado miércoles ante el Barcelona y también al pensar en el choque del próximo miércoles frente al Chelsea inglés en la 'Champions', hizo muchas rotaciones, entre ellas la del valenciano Roberto Soldado, máximo goleador del equipo con cinco tantos y que se quedó de inicio en el banquillo.

Unai planteó un dispositivo de contención con cinco defensas, entre ellos el holandés Hedwiges Maduro como tercer central para ayudar al marcaje de Kanouté y Álvaro Negredo.

Esta poblada defensa no pudo impedir que a los seis minutos Kanouté batiera a Vicente Guaita tras una espectacular chilena de Negredo, aunque el árbitro, tras indicación de uno de sus asistentes, anuló el tanto al considerar que el delantero africano estaba en fuera de juego.

No renunció el conjunto visitante a adelantar sus líneas cuando tuvo el balón en su poder para intentar crearle peligro al meta Javi Navas, pero fue el Sevilla el que más lo buscó y una rápida incursión de Jesús Navas por la derecha, con gran pase a Kanouté, acabó en gol al estar muy certero el malí.

No se habían cumplido los primeros veinte minutos y el conjunto levantino tuvo que darle salida a sus dos laterales, Bruno Saltor y el francés Jeremy Mathieu, para que jugaran de extremos y le ofrecieran balones a los dos hombres más adelantados, el argentino Pablo Piatti y Aritz Aduriz, prácticamente inéditos en la primera parte.

Eso motivó que el Valencia se acercara al área local, pero también que el Sevilla encontrara huecos para hacer daño en busca del 2-0.

En este intercambio de intenciones el equipo de Marcelino García Toral pecó de poco resolutivo e impreciso en sus contragolpes para haber abierto una brecha más grande en el marcador, con lo que dejó vivo al adversario para la segunda mitad.

En la segunda parte accedió al terreno el jugador formado en la cantera sevillista Antonio Barragán en lugar de Bruno para intentar hacer daño por el extremo derecho, lo que también se unió a un punto más de ambición del conjunto visitante y a que en el minuto 56 el centrocampista alemán local Piort Trochowski tuvo que abandonar el campo al ver la segunda amarilla.

En la segunda parte accedió al terreno el jugador formado en la cantera sevillista Antonio Barragán en lugar de Bruno para intentar hacer daño por el extremo derecho, lo que también se unió a un punto más de ambición del conjunto visitante y a que en el minuto 56 el centrocampista alemán local Piort Trochowski tuvo que abandonar el campo al ver la segunda amarilla.

La formación valencianista, con Sergio Canales y Soldado ya también en el campo, se fue así a por el partido y el Sevilla tuvo que recomponerse, y más al perder por expulsión al francés Julien Escudé al hacer penalti sobre Aduriz.

El argentino Éver Banega estrelló su lanzamiento de penalti a la cepa de un poste y poco después Aduriz fue expulsado por agredir al defensa bosnio Emir Spahic en unos momentos de verdadera locura.

El Sevilla, con nueve, y el Valencia, con diez, afrontaron la recta final del choque, en la que los de Unai Emery se volcaron sobre el área local en busca de darle la vuelta al marcador, algo que no supieron hacer.

Empate en San Mamés

El Atlhetic de Bilbao sigue sin conocer la victoria en Liga al no haber podido pasar del empate (1-1) ante el Villarreal en San Mamés, pese a haber comenzado ganando el partido, tras el cual los vascos continuarán en la zona baja de la tabla.

En los primeros minutos la posesión fue para los 'leones' que inquietaron la portería defendida por Diego López aunque sin ningún claro disparo a puerta. Al conjunto castellonense no le duraba la posesión que fue para el conjunto vizcaíno. Borja Valero estuvo a punto de marcar en el ocho, pero el disparo se fue por la derecha de la meta defendida por Iraizoz. Muniain y Llorente respondieron con sendos disparos que no vieron portería.

El Villarreal pudo adelantarse en el 26, tras una falta sobre Rossi que Valero estrelló sobre la barrera y el posterior rechace que Cani no pudo llevar a buen puerto. El 'submarino amarillo' mejoró mucho su juego en el último trecho de la primera parte e inquietó la portería de Iraizoz. Pero, cuando mejor estaban jugando los 'amarillos' Gabilondo adelantaba a los leones en el 43 gracias a un gran centro de Susaeta.

Ya en la segunda parte, los primeros minutos fueron para el conjunto castellonense que en el 53 empató (1-1) gracias a un tanto de Nilmar tras un error en la defensa bilbaína. Tras el tanto el Villarreal tuvo por primera vez en todo el partido la posesión y el dominio del choque. Susaeta estuvo cerca de adelantar a los locales, pero el disparo fue bien atajado por Diego López.

Una de las notas negativas del partido fue la lesión de Rossi, que tuvo que ser sustituido por Marco Ruben en el 59. La ocasión más clara la tuvo Toquero en el minuto 72, pero Diego López volvió a convertirse en protagonista. Javi Martínez lo intentó de nuevo aunque el buen cabezazo se marchó por encima del larguero.

Toquero volvió a amenazar la portería del 'submarino amarillo' pero no tuvo suerte. El vitoriano fue un auténtico revulsivo para los vascos ya que todas las jugadas de peligro de los 'leones' pasaron por sus botas pese a no conseguir el ansiado gol de la victoria. Bielsa sigue sin convencer y genera las primeras críticas en Bilbao.