Rafa Nadal solventó ayer con autoridad su compromiso en los octavos de final del Abierto de Estados Unidos, tras superar al siempre incomodo jugador luxemburgués Gilles Muller por 7-6(1), 6-1 y 6-2, tras poco más de dos horas de partido. De esta forma, y con dos días de retraso, el vigente campeón del torneo pudo saldar de forma favorable su partido ante un rival que sólo le opuso resistencia en el primer set. Con una predisposición muy distinta saltó a la cancha Rafa Nadal respecto a los 15 minutos de partido que pudo disputar el miércoles y que le reportaron un 0-3 en contra para reanudar su partido ante el luxemburgués. El tenista balear salió mucho más centrado y tras verse con un 4-1 en contra, consiguió primero igualar el partido y después llegar a la muerte súbita, tras desaprovechar dos bolas de ruptura en el undécimo juego.

Muller afrontó el partido con las ideas muy claras. Consciente de que debía meter presión a Nadal a la mínima ocasión, tanto con su golpe de derecha como con sus continuas subidas a la red, y de ser consistente con su potente servicio. Su táctica le sirvió hasta que se llegó al "tie break", porque una vez ahí el español le dio una mayor intensidad al juego y acabó con las esperanzas de su rival.

Tras este igualado set Nadal sacó el rodillo. Con un juego agresivo -acabó el partido con 33 golpes ganadores-, sin apenas cometer errores y con buenas sensaciones al servicio, fue desarbolando a un Muller sin argumentos. Muller trató de reaccionar con el tercer set y se puso con 2-0 y su servicio, pero de nuevo Nadal se enchufó y comenzó a dominar con autoridad a su rival, al que le infligió seis juegos de forma consecutiva para zanjar el partido.

En los cuartos de final, el segundo cabeza de serie del torneo se enfrentará estadounidense Andy Roddick, que se deshizo del alicantino David Ferrer. El tenista de Xàbia no pudo alcanzar los cuartos de final del Abierto de Estados Unidos tras perder en un accidentado partido, que sufrió tres suspensiones, se jugó en dos pistas y que cayó finalmente de lado del jugador local por 6-3, 6-4, 3-6 y 6-3, tras 2 horas y 39 minutos de juego. Este partido debía haberse disputado el martes pero fue suspendido a causa de la lluvia. El miércoles sólo se pudieron disputar 15 minutos y el jueves sufrió un nuevo retraso, al tener que suspenderse durante una hora y media por problemas en uno de los fondos de la pista Louis Armstrong, por lo que tuvo que trasladarse a la pista 13.

En el aspecto meramente deportivo, Roddick se tomó cumplida venganza del español, que le derrotó hace unas semanas en Texas en tres sets en la eliminatoria de cuartos de final de la Copa Davis, y exhibió un servicio demoledor que decantó el choque a su favor.

Al margen de los dos partidos de octavos, Nadal verbalizó el malestar que existe entre los jugadores con los organizadores de los torneos del Grand Slam, y no descartó que si todos los tenistas están unidos se tomen medidas más drásticas para cambiar la actual situación. El tenista español señaló que entiende que los cuatro torneos "grandes" velen exclusivamente por su interés, pero recordó: "Los jugadores somos una parte importante de este tinglado y sin nosotros el torneo se queda en otra cosa". "No puede ser que los Grand Slam hagan lo que quieran".