Abel Kirui, la "liebre de Haile Gebrselassie en el récord mundial vigente, se convirtió en el tercer atleta de la historia que revalida su título de maratón en una carrera que, a diferencia de la femenina, no reportó el triplete a Kenia porque lo impidió el etíope Feyisa Lilesa, tercero.

Chema Martínez, que había sido octavo dos años antes en Berlín con un tiempo de 2h14:04, fue aquí también el mejor español, pero en el puesto 25 y con una marca de 2h17:44, un segundo menos que Rafael Iglesias, con quien cruzó, de la mano, la meta. Pablo Villalobos fue trigésimo con 2h18:12

Sólo el español Abel Antón (1997 y 1999) y el marroquí Jaouad Gharib (2003 y 2005) habían logrado dos títulos mundiales de maratón, y también consecutivos, antes que Kirui, que hoy acreditó en meta un tiempo de 2h.

Kenia, que barrió con las tres medallas en el maratón femenino, hubo de conformarse aquí con el doblete. Vincent Kipruto consiguió la medalla de plata con 2h10:06 y el etíope Feyisa Lilesa la de bronce con 2h10:32.

Con 24 grados de temperatura, cielo cubierto y un 60 por ciento de humedad, 67 corredores tomaron la salida a las 9.00 horas para recorrer los 42.195 metros por un circuito de 15 kilómetros en el centro de la ciudad, junto al lago Suseong.

Abel Kirui defendía su título personal y junto con Vincent Kipruto, Benjamin Kiptoo y David Barmasai perseguía un nuevo festival keniano en la carrera más larga del programa.

Chema Martínez llevó a la práctica la táctica conservadora que había anunciado, aunque en los primeros kilómetros su piel blanca y su camiseta del mismo color destacaban en el centro del grupo de africanos.

El grupo delantero cubrió los cinco primeros kilómetros en 15:58. En el octavo Kipruto movió el árbol por primera vez para aligerar el grupo. Pasaron los diez mil en 31:21, un parcial nada expresivo, pero el etíope Gebre Gebremariam, campeón mundial de cross en 2009 y ganador en el primer maratón de su vida (Nueva York 2010), se retiró con calambres.

Chema Martínez no entró al trapo y, todavía más atrás, Rafa Iglesias y Pablo Villalobos marchaban juntos.

En el primer paso por meta (15 km), los primeros, una veintena todavía, con Kipruto al frente, acreditaron un parcial de 46:28. En ese punto Marruecos tomó el control, con Ahmed Baday y Adil Ennani, pero rápidamente cedieron la responsabilidad a los kenianos. La carrera presentaba una clara batalla entre Kenia, Etiopía y Marruecos por la Copa del Mundo por equipos.

Martínez iba ocho segundos por detrás, en el puesto 36. Iglesias y Villalobos permanecían unidos, a 1:43 de la cabeza.

Al paso por el medio maratón (1h05:07) quedaban arriba 16, pero un minuto después ya quedaban diez, entre ellos cuatro kenianos (Kirui, Kipruto, Kiptanui y Tumo). Feyisa Lilesa era el único etíope, que sobrevivió al ritmo keniano junto con el marroquí Abderraim Bouramdane.

El mejor español seguía siendo Chema Martínez, que pasó en ese punto a 1:12.

El dorsal oro que señala al campeón se pudo ver ya al frente de la carrera junto a Kiptanui, Kipruto y Lilesa desde el km. 25, que pasaron en 1h16:25. La presencia de un etíope, en posesión de una marca de 2h05:23 pese a sus 21 años, ponía en peligro el objetivo keniano del triplete.

Kirui rompió en el km.27, hizo un parcial de 14:18 en 5 kilómetros (el más rápido registrado en un Mundial) y sus tres compañeros de fuga se desperdigaron, cada uno a su ritmo. Lilesa, por delante de Kiptanui y de Kipruto.

A diez kilómetros de la meta Kirui, con un parcial de 1h30:43, tenían un margen de 11 segundos sobre Kiptanui, 12 sobre Lilesa y 15 sobre Kipruto. La carrera estaba sentenciada por lo que tocaba al ganador, pero permanecía indecisa sobre las otras dos medallas.

Lilesa se pegó a Kiptanui con el evidente propósito de batirle en los últimos metros, pero no lo consintió el keniano, que le dejñó clavado en el último kilómetro.