­­El Club Balonmano Torrevieja ultima su novena andadura en la Asobal, octava consecutiva en la considerada mejor Liga mundial. Un logro aparentemente discreto, pero que no han podido conseguir ciudades como Almería, Alcobendas, Algeciras, Toledo, Éibar o Altea, entre otras muchas. Unos por problemas económicos han desaparecido de la élite y otros, porque no han aguantado deportivamente el tirón de estar entre los más grandes, han dejado la categoría. Ni Ciudad Real, pese a su dilatada trayectoria, ha podido mantenerse en lo más alto y ha tenido que trasladar su equipo a Madrid.

Manuel Laguna, que cumple su sexta campaña al frente del equipo, asegura que «nosotros siempre nos marcamos objetivos sensatos y tratamos de ser humildes, pero disfrutando. No gustaría acabar entre los ocho primeros y jugar la Copa del Rey, aunque la única obligación es la permanencia. Lo demás son ilusiones que pueden llegar o no, pero no deben frustrarnos, porque la permanencia sería un logro».

La entidad se ha convertido en una factoría bastante productiva. Por una parte recluta veteranos como el portero internacional serbio Pejanovic, que llegó del Almería y a sus 37 años se dedica a parar en los partidos y a enseñar cómo hacerlo a los porteros canteranos. Y por otra también forma talentos cuyo jugo no había sido exprimido en otros lares: Gurbindo, que ha terminado siendo internacional absoluto, o los gigantones Val y Borja también pulieron sus cualidades con Laguna; e incluso los argentinos Sebastián y Diego Simonet, jóvenes desconocidos en Europa pasaron por Torrevieja como trampolín hacia la emergente liga francesa.

En Torrevieja también suelen recalar jugadores contrastados, algunos nacionales como Ortigosa y otros foráneos como Chernov, casi siempre ya adaptados a la Asobal, conscientes de que no firman por cantidades astronómicas, pero sabedores de que tarde o temprano el club cumple lo pactado, a diferencia de otros que se desmoronan.

Laguna recuerda que «está claro que no tenemos el potencial económico de otros equipos para retener jóvenes valores. También hemos tenido jugadores caros cuando fue posible: Valcic, Jernemyr o Einar Jhonsson... pero tras años de trabajo, ahora mismo, por ejemplo ¿qué tiene que envidiar nuestro David Cuartero a Jhonsson?».

La entidad salinera también cuida los valores provinciales. Junto al torrevejense Cuartero están los alicantinos Rochel y Héctor Tomás, el oriolano Jorge Sánchez, y el ilicitano Eloy, que serán importantes y jugarán casi en casa pero en la élite. Y Pablo López, también torrevejense, que es el jugador que más tiempo lleva en el club y que pensaba este verano ir ayudando a la entidad más fuera que dentro de la cancha, pero tendrá que vestirse de corto de nuevo y aparcar lo organizativo para más adelante, ya que el club ha renunciado a última hora a su último fichaje, el macedonio Majnov, y sólo hay 14 jugadores profesionales. «El año pasado llegamos a afrontar partidos con apenas 7 u 8 jugadores», recuerda Laguna, a la vez que destaca que se están «fabricando» nuevos jugadores «de Torrevieja para Asobal en unos años, pero somos realistas y no podemos soñar que un chaval recién salido del juvenil esté listo para rendir frente a un Barcelona. Todo lleva su tiempo. Casi una decena de chavales entrenan con nosotros a diario, tanto por su progresión como porque nos hacen falta para entrenar».

Reajuste del presupuesto

Por su parte, Alfredo Mercader, presidente hasta hace unas semanas que dimitió de su cargo pero continúa trabajando incansablemente para encontrar nuevos recursos, afirma que «calculamos que los gastos mínimos serán de entre 600.000 y 700.000 euros, pero estamos intentando lograr dos o tres aportaciones que aumenten finalmente la cifra». La Concejalía de Deportes, partícipe en la gestión económica del club, avisó el primer día de entrenamiento en agosto de que el presupuesto se reajustaba. El recorte ha mermado las prestaciones deportivas, y pilló por sorpresa al propio Laguna, que admite que «el trabajo con sentido común y no gastar un céntimo más de la cuenta son clave».

En su andadura en la Liga Asobal, el Torrevieja ha logrado ganar en pistas de conjuntos de la talla del Ademar de León o del San Antonio, algo que es todo un milagro para los equipos modestos. De forma que, contra viento y marea, el veterano técnico arenga sentenciando que «ánimos hay, así que a la pelea».