Hace ya más de dos décadas, el mito del judo alicantino y entrenador de Miriam Blasco, Sergio Cardell, se empezó a juntar con sus amigos para practicar técnicas y entrenar para divertirse. Poco a poco se fue uniendo más gente; amigos de sus amigos, judokas de otros clubes de la ciudad, del resto de España... La "quedada" de amigos fue adquiriendo importancia año tras año, siendo cada vez más conocida. Ahora, y tras una evolución cada vez más notable, esas reuniones iniciadas por Cardell se han convertido en uno de los campus de entrenamiento más distinguidos del país. Está organizado por el Club de Judo Miriam Blasco y tiene lugar siempre una semana después del Torneo Internacional sub-23 "Ciudad de Alicante", que el pasado 31 de julio celebró su decimoquinta edición.

La selección nacional sub-23, que no falló a su cita con el torneo alicantino, se quedó una semana más en la ciudad para participar en la nueva edición del Campus en el pabellón Florida-Babel. Sin embargo, este año, los jóvenes judokas que participen en él tendrán el lujo de compartir tatami con la selección absoluta. Nada más y nada menos que los seis integrantes del combinado nacional que representarán a España en el próximo mundial de París, que comenzará el 23 de agosto, y que están preparando la cita en la Costa Blanca.

"Vienen siempre que pueden, sobre todo cuando tienen que preparar alguna prueba importante", explica Alfredo Aracil, director del Club de Judo Miriam Blasco, que lleva organizando esta actividad desde hace años. "No es fácil aglutinar a tantos deportistas, preparar un entrenamiento específico en todas las categorías, para que todos puedan entrenar en condiciones, con gente de su peso", comenta el director.

Tanto los sub-23 como la absoluta, con kimono azul oficial incluido, están realizando los ejercicios y técnicas que el entrenador del Miriam Blasco Carlos Navarro imparte a los judokas del campus. Funciona así: Navarro explica una técnica en el centro del pabellón ante la atenta mirada de los 200 deportistas presentes. Cuando acaba, los judokas se ponen por parejas y la ponen en práctica. "Intercambio cultural, de eso se trata", afirma Aracil, que dice que el objetivo de este campus es "acercar el judo y sus valores a los más jóvenes, porque el judo es un deporte que educa". Y, encima, los más jóvenes tienen la oportunidad de juntarse con la élite del judo español. "Eso es algo muy chocante para ellos, porque son los mejores, un espejo en el que mirarse", declara Alfredo Aracil, que sabe bien de qué habla porque, según cuenta, a él, de joven, le pasaba exactamente lo mismo.

Todo esto tiene lugar en el pabellón Florida-Babel, ante la atenta mirada de Miriam Blasco, que no duda en dar consejos a los judokas, y ellos en aprovecharlos, porque no todos los días se reciben instrucciones de una leyenda viva del judo español.

La joya de la corona

En la selección de judokas que en las próximas semanas luchará con los mejores del mundo por una medalla en el mundial de París está la alicantina María Bernabéu. Esta judoka es, sin duda, la joya de la corona del Club de Judo Miriam Blasco, que ha visto como María iba ascendiendo a una velocidad de vértigo.

Tras numerosos éxitos en diversos torneos europeos y mundiales, a sus 23 años ya ha dado el salto a la selección absoluta, donde, de los seis judokas que la forman -tres chicos y tres chicas- es la más joven, ya que ninguno baja de los 27 años.

A final de mes, en París, María tendrá ante sí una de las pruebas más exigentes de su carrera, este vez, representando a España en lugar de al club que la ha convertido en la gran judoka que es.

La selección absoluta de judo, uno a uno

A parte de la alicantina María Bernabéu, del Club de Judo Miriam Blasco, la selección absoluta de judo que representará a España en el próximo mundial de París del 23 de agosto está formada por otros cinco grandes judokas.

La valenciana Ana Carrascosa, de 27 años, es campeona de Europa en la categoría de 52 kilos y la judoka que, junto a Yahaira Aguirre, reserva de Isabel Fernández en los Juegos Olímpicos de Pekín, forman el trío femenino de la selección con María Bernabéu.

Los tres chicos son el vasco Kiyoshi Uematsu, bronce en los Juegos del Mediterráneo del 2009 y noveno en los Juegos de Sidney, el madrileño David Alarza, que disputó las Olimpiadas de Pekín, y Ángel Parra, campeón de España en varias ocasiones.