El centro de atención futbolístico en Estados Unidos se da en la capital de la nación, donde hoy han llegado el Manchester United inglés y el Barcelona español para protagonizar el próximo sábado la primera revancha de la final de la Liga de Campeones de la UEFA.

Mientras el Manchester United vencía el miércoles por 4-0 a las Estrellas de la Liga Profesional de Fútbol (MLS), en el cuarto partido amistoso que disputaba, el Barcelona volaba a Washington procedente de Alemania, donde se había enfrentado al Bayern Múnich.

El triunfo fue el cuarto que han conseguido los 'Red Devils' desde que llegaron a Estados Unidos el pasado 10 de julio para confirmar la superioridad que tienen con relación a los equipos de la MLS, que han sido todos sus rivales.

De ahí, que al concluir el partido contra los más destacados de la liga, disputado en el Red Bull Arena de Harrison, Nueva Jersey, el entrenador del 'ManU', el escocés Alex Ferguson, reconoció que el principal reto de la gira será el duelo contra el Barcelona cuando el sábado se enfrenten en el FedEx Field, de Landover, Maryland.

"Hemos tenido una gran preparación y llegamos en la mejor forma para el partido más importante de la gira, porque nos enfrentamos al campeón de Europa", declaró Ferguson.

Ferguson admitió que, aunque el partido tiene un gran interés, tampoco el resultado va a generar ningún tipo de problema porque están todavía en la fase de pretemporada y, por lo tanto, van a aprovecharlo para seguir con el proceso de preparación.

"Creo que vamos por el buen camino en la preparación del equipo y eso es lo que cuenta", comentó Ferguson. "La adaptación de los nuevos jugadores como (David) De Gea es lo que realmente nos interesa", acotó.

De Gea, exguardameta del Atlético de Madrid, podría ser titular para el partido contra el 'Barça' después que el pasado sábado ya hizo el debut contra el Fire de Chicago, partido que los británicos ganaron por 3-1.

El Manchester United no sólo se mantiene invicto tras ganar 4-1 al Revolution de Nueva Inglaterra, 7-0 a los Sounders FC de Seattle, 3-1 al Fire y 4-0 a las Estrellas, sino que ha sido el equipo que ha conseguido llevar a los cuatro partidos 198.923 espectadores.

Se calcula que el precio promedio de las entradas no será inferior a los 125 dólares, lo que representa unos ingresos -sólo de taquilla-, de más de 20 millones de dólares.

Primera prohibición

Los 'blaugranas', campeones de Europa y de la Liga Española, llegaron a Washington a las cinco de la madrugada, hora del Este, y comenzaron su gira por Estados Unidos con la primera prohibición.

El primer entrenamiento que quisieron realizar en un parque cercano a la Casa Blanca, les fue prohibido por la seguridad que protege al mandatario Barack Obama.

El entrenador de los 'culés', Josep Guardiola, quiso que los jugadores hiciesen algo de ejercicio para desentumecer los músculos tras el vuelo desde Alemania y su idea, que no estaba prevista en el programa oficial de actividades, no resultó ser la mejor.

Los jugadores del Barcelona tuvieron que trabajar en el gimnasio del hotel donde se hospedan y más tarde el capitán, Xavi Hernández, y Gerard Piqué acudieron a su primera rueda de prensa.

Ambos reconocieron que el partido contra el Manchester United se lo tomaban muy en serio y llegaban mentalizados para conseguir un buen resultado.

"Nos tomamos muy en serio el partido. Tenemos un gran respeto por el Manchester United. En la final tuvimos suerte, y pudimos ganar, pero las diferencias entre ambos equipos son muy pequeñas, y es posible que ellos nos ganen el sábado", señaló Piqué, que dijo esperar que el encuentro sea "un gran espectáculo".

Luego, ambos jugadores hablaron principalmente de la posible llegada de Cesc Fábregas, reiterando que sería una gran adquisición, y el nuevo talento del equipo, Thiago Alcántara, al que Xavi le auguró un gran futuro dentro del equipo por su clase y talento.

El equipo tiene previsto hacer su primer entrenamiento mañana por la mañana en el RFK Stadium y por la noche en el FedEx Field, donde se va a jugar el partido, para luego asistir toda la plantilla a una cena de gala organizada por el equipo de fútbol americano de los Red Skins.