Confirmada la desaparición del Benidorm CF tras 47 años de historia, el futuro del fútbol en Benidorm pasará, con toda probabilidad, por el equipo de la Fundación Benidorm, que milita actualmente en la primera regional.

La directiva del equipo presidida por Adolfo Murillo, ha mantenido en las últimas horas contactos con el equipo que preside Vicente Fuster Pérez con el fin de unir esfuerzos de cara a poner en marcha un equipo que la próxima temporada busque el ascenso a Preferente, contando con jugadores de la cantera como primer objetivo.

Pero también queda la posibilidad de que quede algún hueco en Preferente, que sería ocupado por la Fundación Benidorm.

Al menos así parece que se ha solicitado a la Federación Valenciana de Fútbol. De conseguirlo, se podría ganar un año en el intento de recolocar al fútbol benidormense en una categoría acorde con la ciudad.

Las próximas horas serán decisivas, porque dependerá que todos los directivos aprueben esta "refundación" del Benidorm, porque algunos defendían otra teoría, fundar un equipo totalmente nuevo y partir desde la Segunda Regional, para no depender de nadie.

Hay que recordar que en Benidorm también existe otro equipo, el Ciudad de Benidorm, presidido por Miguel Águila, que milita en Segunda Regional, con el cual también se habrían mantenido contactos en los últimos tiempos, habiendo primado el de la Fundación, por militar en una categoría superior.

Así pues los aficionados de Benidorm, al menos los que en los últimos tiempos han sido fieles a los colores benidormenses, siguen muy pendientes del futuro del fútbol en la ciudad y sobre todo de los equipos de la base del Benidorm CF, perjudicados también por la desaparición del club, ya que ello ha supuesto perder la categoría en la que militaban.

Un futuro inasumible

Tras el descenso deportivo a Tercera División, consumado en el "play-off" ante el Betis B, tras una temporada marcada por los problemas económicos e institucionales, se producía otro descenso administrativo a Preferente ante el impago de las deudas de los jugadores a la AFE.

La directiva acudió al concurso voluntario de acreedores al juzgado de lo mercantil número uno de Alicante que nombró un administrador concursal. Las deudas ante las administraciones, amén de las correspondientes a la AFE y demás acreedores, entre ellos anteriores presidentes (unos seis millones de euros) hacían totalmente inasumible la misma para continuar manteniendo el club, máxime tras su descenso de categoría.