No hay vuelta atrás. Si el Alicante no abona las denuncias posteriores al concurso de acreedores por impago de los futbolistas antes del mediodía de hoy se verá irrevocablemente abocado al descenso administrativo a la Tercera División. Así se expresaron ayer fuentes próximas a la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), que conocen de cerca la realidad del caso celeste y el escenario en el que se ha movido en los últimos tiempos la entidad. Entre los denunciantes se encuentra el presidente del sindicato que agrupa a la mayoría de los jugadores del fútbol español, Luis Manuel Rubiales, al que el azar ha convertido en juez y parte.

La nómina de denuncias es amplia y no sólo recoge a futbolistas del pasado, sino también a la plantilla de la temporada que acaba de finalizar. La cantidad reclamada ante la AFE asciende a poco más de 563.000 euros, entre los que se incluye una cifra superior a los 40.000 euros que reclama el propio Rubiales. Hay que puntualizar que las cuantías económicas denunciadas son posteriores al concurso de acreedores. Pese a ello, los actuales gestores del Alicante presentaron ayer un escrito en el Juzgado de lo Mercantil para que el juez dicte un acto que paralice una acción de descenso administrativo alegando que la jurisdicción administrativa no puede pasar por encima de la ordinaria al estar el Alicante bajo un proceso concursal.

Vicente Buades, portavoz del grupo que lidera en la actualidad el destino alicantinista, señaló que "algunos miembros de la AFE se hallan dentro y fuera del concurso".

Al respecto, Buades subrayó que habló con Rubiales hace dos semanas y "no fue nada comprensivo". "Quería cobrar su dinero, lo cual me parece legítimo" aclaró el directivo.

Posible moratoria

El asunto del Alicante no es algo aislado. En la situación del club celeste se hallan muchos otros equipos que, incluso, han solicitado más días para tratar de evitar perder la categoría por no cumplir con lo pactado en los contratos. Tal circunstancia recorre la espina dorsal de clubes históricos como la Cultural Leonesa y Castellón. Al conjunto albinegro se le reclaman 550.000 euros, mientras que el Real Jaén debe hacer frente a 165.000 euros. Si no cumple, estará en una tesitura idéntica a la de los alicantinistas.

La problemática en la Segunda B es de una magnitud importante. De hecho, hasta cerca de 30 equipos están al borde del abismo si no abonan las denuncias a las 12 horas de hoy jueves. O eso o habrá que esperar una reacción benévola de la AFE y que se amplíe el periodo para que estos equipos encuentren vías para solucionar sus problemas económicos.

Varios expertos consultados indicaron que ante la magnitud de las consecuencias, la AFE tendrá que dar su brazo a torcer y ampliar las fechas porque con tantos equipos perdiendo la categoría se trastocaría toda la jerarquía entorno al sistema organizativo que hay por debajo de la LFP, tanto la Segunda B como la Tercera División. Por ello no se descarta que el sindicato acuerde conceder una moratoria para que puedan resolverse algunos casos.