El Ayuntamiento ya tiene en su poder un plan de viabilidad realizado por Miguel Cano y María José Paton- y basado en la única realidad posible que ofrece la actual situación patrimonial de la entidad. Del informe se desprende que instar al concurso voluntario de acreedores es una circunstancia ineludible después de analizar con detenimiento el estado de las arcas, puesto que la sociedad es insolvente y no puede hacer frente a sus compromisos económicos más inmediatos.

El patrimonio neto social del Lucentum SAD es negativo y su valor supera los 1'5 millones de euros, mientras que el capital social después de la última ampliación asciende a poco más de 4 millones de euros. Por tanto, y atendiendo a la legislación vigente, la sociedad estaría en causa legal de disolución. Para evitar esto último, se requiere de una inyección patrimonial de 3'6 millones de euros. Las fórmulas que recoge el informe plantea dos vías para lograrlo: sin la incorporación de nuevos accionistas o bien con la entrada de accionistas que todavía no poseen acciones del Lucentum SAD.

Si la entidad alicantina optara por la vía de no incorporar accionistas para reequilibrar sus cuentas, la hoja de ruta del informe explica que existen tres caminos con los que conseguir el objetivo. Por un lado, habría que realizar una ampliación de capital por un importe superior a los 3'6 millones de euros. Asimismo, también se ofrece la opción de una reducción del capital social hasta los 494.000 euros y luego aumentarlo con la emisión de nuevas acciones hasta dejarlo en los 4.132.320 euros. Por último, la otra escapatoria sugiere solicitar préstamos participativos.

Por el contrario, si el ayuntamiento decidiesen escoger otro patrón el modelo de salvación requeriría la incorporación de nuevos accionistas y sin aportaciones dinerarias de los actuales accionistas.