Entre bastones de montaña, camisetas del "Reto Everest" y más de un centenar de aficionados al alpinismo, familiares y amigos, poco después de las siete y media de la tarde de ayer, aparecían, por la puerta de salida del Aeropuerto de El Altet, los montañeros José Antonio Alejo, Juan Agulló y Vicente García, los tres componentes de la expedición ilicitana que el pasado 20 de mayo alcanzó el techo del mundo.

Lágrimas, abrazos y emociones a raudales en una bienvenida a un hecho histórico del deporte ilicitano y de la provincia de Alicante que nunca antes había logrado ascender los 8.848 metros de la montaña más alta del mundo.

Numerosas pancartas y una muy llamativa en la que aparecía la silueta del montañero José Antonio Alejo, que fue el que hizo cumbre, en la que se leía: "Se ve todo". Juan Agulló, que se quedó a pocos metros de la cumbre, también aparecía en otra donde ponía lo siguiente: "sube que a mí me da risa".

Miembros de la Unión Excursionista de Elche, otros montañeros que no pudieron desplazarse hasta el Himalaya por falta de presupuesto, hijos y esposas de los montañeros se fundieron en un abrazo entre las numerosas felicitaciones. Tampoco faltaron a esta histórica cita Juan Montesinos, suegro de Alejo, y pionero de la montaña en Elche, y el concejal de Deportes en funciones Federico Buyolo.

José Antonio Alejo, entre lágrimas y con sus hijas en brazos, señalaba que "es un sueño hecho realidad después de tres largos años de preparación. Ha costado mucho y han sido muchos días de espera, pero al final ha valido la pena.Estar en lo más alto del mundo fue un sueño y va quedar para la historia del alpinismo de Elche y de la provincia de Alicante. Jamás lo olvidaré".

Por su parte, Juan Agulló, mostraba también su felicidad por el reto conseguido. "Hemos tenido la suerte de que Alejo pudo hacer cumbre y convertir nuestro sueño en una realidad. La satisfacción de los siete componentes del equipo es muy grande, casi no se puede explicar con palabras, y ahora hay que disfrutarlo".