El Barça celebró ayer por las calles de Barcelona, inundadas de seguidores azulgranas, su cuarta Copa de Europa con un recorrido por la ciudad que se ha convertido en un homenaje masivo a los campeones europeos.

Barcelona ha vuelto a salir a la calle para rendir tributo a los de Pep Guardiola, vencedores este sábado de la Liga de Campeones en Wembley, el escenario también de la Copa de Europa de 1992.

Las avenidas se han llenado y colapsado por el vendaval de seguidores ataviados con toda la indumentaria culé: banderas, bufandas, camisetas de todo tipo: nuevas, viejas y "vintage" y hasta pancartas de ánimo.

Los jugadores han correspondido la masiva presencia, y aún con fuerzas tras el gran esfuerzo de sábado, se han animado a bailar al ritmo de la música y de los coros de "campeones, campeones".

No ha faltado la música de la novia del central Gerard Piqué, Shakira, -que ayer actuaba en el Estadio de Montjuïc y que contó con la presencia de los jugadores-, con canciones como el "Waka-waka" del Mundial de fútbol o "Loca".

Más que si fuera un clásico, más de cien mil espectadores abarrotaron las gradas del Camp Nou en la celebración de la Champions conquistada en Wembley, una fiesta breve, en la que sólo se dirigieron a los espectadores ocho futbolistas y que finalizó con un espectáculo piromusical.

Ya fuera por las prisas por acudir al concierto de Shakira, la pareja sentimental de Gerard Piqué, que actúa a continuación en el Estadio Olímpico de Montjuic o porque el cansancio de los festejos hace mella en el equipo, los futbolistas no estuvieron tan elocuentes como en la celebración por la Liga de hace unos días.

Instalados en una tarima situada en el centro del Camp Nou, donde posaron con las Copas de la Liga y de la Champions, conquistadas junto con la Supercopa de España este año, el discurso más afilado fue el de Piqué, quien reclamó que los triunfos del Barça son en buena lid.

"Nosotros, ni nos drogamos ni nos tiramos (al suelo) ni compramos a los árbitros, sólo jugamos a fútbol. Os espero a todos ahora en el estadio olímpico en el concierto de la Shakira", ha dicho Piqué entre las risas de sus compañeros y los aplausos de los aficionados.

Víctor Valdés ha reivindicado la catalanidad del Barça al atar una bufanda con la 'senyera' en la copa de la Liga. "Falta un pequeño detalle para completar esta fiesta, que se enteren. Os debíamos una (Champions) desde el año pasado y aquí la tenéis, desde Wembley para todos vosotros", ha dicho.

Carles Puyol ha pedido a los aficionados que lo celebren porque "cuesta mucho" ganar estos títulos y Xavi Hernández, uno de los más destacados en la final de ayer, ha recordado que este equipo "es cojonudo".

"Siempre me he sentido orgullosos de ser culé y de ser catalán, ahora más que nunca", ha dicho Xavi.

Eric Abidal ha agradecido el detalle de Carles Puyol, quien le cedió su brazalete de capitán y le permitió levantar la Copa de Europa en el palco de Wembley, por lo cual el sábado fue "el mejor" de su carrera futbolística.

Andrés Iniesta también ha agradecido el apoyo a los aficionados. "Sin vosotros esas copas son imposibles. Mi corazón me dice que lo más grande es ser culé. Estoy muy orgulloso de ello", ha dicho.

El entrenador Pep Guardiola sólo habló para introducir a Leo Messi. "En la celebración de la Liga, hablaron todos menos uno, que prometió hacerlo hoy", ha recordado Guardiola.

El argentino ha vuelto a demostrar que lo suyo no es la elocuencia y que si tiene que hablar, lo hace jugando. "Prometí que hoy iba a hablar y acá estoy. La verdad es que no tengo nada que decirles. Simplemente que disfrutemos de esto, agradecerlo por todo lo de este año y a ver si podemos disfrutar muchos títulos más", ha dicho.

Seguramente a los aficionados se les hizo corto, después de una buena espera. A las siete de la tarde ya no cabía ni una aguja en el Camp Nou. La demanda superó a la oferta y los aficionados llenaron las gradas como no habían hecho nunca antes durante la temporada.

Había tanta densidad de espectadores que se rompieron vallas en los accesos y los últimos aficionados en llegar al estadio tuvieron que ubicarse en el tercer graderío y buena parte de ellos ya no tenían localidad y tuvieron que ocupar los pasillos o, incluso, ver la fiesta de pie.

Finalmente, realizaron la vuelta de honor con el mismo hilo musical que en la celebración liguera, es decir al ritmo de 'I will survive' y 'I gotta a feeling' entre otras. Seguidamente contemplaron un piromusical desde la tarima central, que quedó desmerecido dado que todavía no había caído la noche en la ciudad y cerraron la celebración bailando todos unidos con las dos copas en medio, mientras las gradas cantaban el himno del club. El último en salir del césped fue un Guardiola que marchó ovacionado por la afición.

La fiesta finalizó con el canto 'a capella' del himno del FC Barcelona. Acabada la temporada, el barcelonismo ya piensa en el próximo ejercicio con unos cuantos retos ya en el mes de agosto como la Supercopa de España (ante el Real Madrid) o la Supercopa de Europa (frente al Oporto), pero seguramente los futbolistas sólo tienen en la cabeza las vacaciones. Lo lógico.