La expedición de Edurne Pasaban ha abortado por el momento su intento de alcanzar la cima del Everest sin oxígeno a causa del mal tiempo y, tras el descenso desde el campo 4, a 7.950 metros, se encuentra ya en el campo base.

La montañera guipuzcoana ha comentado en su "twitter" pasada la una de la tarde, hora española, que tras la cena dormirán y mañana, después del descanso, decidirán qué hacen.

El doctor de la expedición Desafío 14+1, Pablo Díaz-Munio, explica en la página web de la alpinista que el viento no había "caído" en el campo 4 y que los montañeros habían pasado "una noche de perros", sin poder siquiera salir de la tienda y durmiendo con el oxígeno artificial.

Al amanecer, tras descartar la posibilidad de permanecer en el campo 4 a esperar que cambiaran las condiciones meteorológicas, Pasaban y sus compañeros iniciaron el descenso, aunque han dejado "un pequeño retén de material para cubrir la oportunidad de hacer un nuevo intento".

A su llegada al campo 3, les han informado desde el campo base de que para los días 24, 25 y 26 se abría "una ventana" de poco viento -el martes y el miércoles con sol, y el jueves "calmo pero con bastante nieve"-, por lo que cabía la posibilidad, "complicada", de esperar en el campo 2.

"Sin embargo, Edurne, magnífica, ha tomado las riendas y sus palabras textuales han sido: 'Doc!, yo veo cómo bajamos, incluida yo misma, y esa ventana nos pilla muy cerca, no es una opción real, no estaríamos recuperados", dice Díaz-Munio.

Tras esta decisión, los montañeros continuaron el descenso hasta el campo base, donde el doctor y los sherpas salieron a su encuentro para hidratarlos, según explica Pasaban en su "twitter".

El médico asegura, por su parte, que "hay que tener mucha madurez para tomar una decisión así en una situación como ésta, cuando precisamente ella es una de las que mejor están".

"Por ello puedo deciros que estoy muy orgulloso de ella", destaca.