El Real Madrid cumplió el pronóstico y se impuso al Fuenlabrada a domicilio, clasificándose para las semifinales de la Liga ACB en las que se enfrentará al Bizkaia Bilbao Basket que dio la sorpresa al eliminar el Power Electronics Valencia.

La tozuda realidad de que el equipo madridista es mejor que el fuenlabreño no impidió que durante algunas fases de los dos partidos el equipo revelación de la Liga ACB esta temporada, soñara con imponerse al favorito blanco. Curiosamente ocurrió siempre al principio de ambos enfrentamientos y, como era lógico, la ensoñación se desvaneció a medida que a los hoy locales se les iba acabando el fuelle producto de su inferioridad en cuanto a 'fondo de armario' en el banquillo.

El 16-8 del minuto 6 de partido, alimentado por las prestaciones del Fuenlabrada auguraba sufrimiento, y del extremo, para el equipo entrenado por Emanuele Molin. No hubo caso. A partir de ese momento, un parcial de 0 a 17 favorable al Real Madrid comenzó a poner orden y lógica en la contienda.

Sergio Llull fue, una vez más, el artífice de la remontada, castigando el aro rival cada vez que el corajudo Fuenlabrada veía un atisbo de reacción.

Así, la primera mitad terminó con un clarificador 26-36 favorable al equipo madridista, que, a pesar de la ventaja, aún tendría que 'remar' un poco más para sentenciar.

Lo tuvo que hacer cuando a través del base letón Kristaps Valters y el pívot mexicano Gustavo Ayón (nombrado 'Jugador Revelación de la Liga ACB), posiblemente los dos jugadores con más talento del 'milagro' fuenlabreño, pusieron el empate a 40 en el marcador en el minuto 25.

En ese momento, Llull respiró, salió del banquillo y, con siete puntos seguidos, acabó con todo atisbo de resistencia.

Casi sobró el último cuarto. El Madrid ganó, pero el Fuenlabrada también se sintió ganador tras rubricar una gran temporada.