El Alicante ha cerrado la temporada 2010-11 con una buena nota pese a haber concluido la liga sin poder ganar ninguno de los últimos nueve encuentros que disputó.

El Alicante se marcó la permanencia como objetivo al inicio de la campaña y esa meta la alcanzó sin ningún problema, con solvencia y tranquilidad, hasta el punto que durante gran parte de la Liga estuvo más pendiente de sus opciones de disputar la promoción de ascenso que del descenso.

El conjunto entrenado por Vicente Borge puso fin a la Liga con un empate ante el Teruel (0-0) en la ciudad deportiva de Villafranqueza, donde ha encontrado durante la temporada sus principales obstáculos.

Como visitante, el Alicante ha sido el equipo más difícil de batir de toda la Segunda B ya que sólo ha cedido dos derrotas a domicilio, pero como local ha dejado escapar muchos puntos.

El Alicante ha terminado la Liga en la novena plaza, a diez puntos de la zona de promoción, después de que en los seis últimos partidos en su estadio de la ciudad deportiva de Villafranqueza sólo consiguiera sumar un punto de dieciocho posibles, tras encadenar cinco derrotas y un empate ante el Teruel.

El club, tras cerrar el apartado deportivo, se enfrenta a una batalla en los despachos, donde debe conseguir antes de que concluya el mes de mayo alrededor de 3,6 millones de euros para afrontar el pago acordado tras entrar en un proceso de ley concursal.

En el caso de que no consiga ese montante económico, el Alicante CF estaría condenado a la desaparición.