"Cinco goles de diferencia supone estar al límite. El inicio del partido puede marcar su desarrollo. Pero no hay que desesperar, un encuentro dura 60 minutos, mucho tiempo". Así analizaba ayer Javier Cabanas, uno de los héroes del Calpisa que ganó la Recopa hace 31 años, el encuentro que le espera al Mar Alicante mañana (12.30 horas, Nou 2) ante las húngaras del FTC-Rail Cargo en el choque de vuelta de la final europea femenina.

Aquel 21 de abril de 1980 quedó marcado a fuego en el historia del deporte alicantino. Ese día, el Calpisa abandonaba la pista alemana con el título continental bajo el brazo tras salir vivo de una dura batalla ante el Gummersbach. Mañana, en el pabellón que lleva el nombre del entrenador que capitaneó al equipo en aquella gesta, Pitiu Rochel, será el Mar Alicante el que afronte la oportunidad de igualar la hazaña frente al conjunto húngaro, que en el choque de ida marcó una ventaja de cinco dianas (34-29).

"Los nervios pueden gastar una mala pasada, pero el Mar ha demostrado que está capacitado y no debe agobiarse por el tiempo. Se trata de aumentar la diferencia con un gol más cada diez minutos", agregó Cabanas, quien recordó que en la final ante el Gummersbach, "Goyo y Santos Labaca supieron marcar perfectamente los tiempos durante el partido para salir campeones".

Juan Pedro de Miguel, guardameta de Calpisa que disputó aquella final en Alemania, ve "posible" el triunfo del Mar Alicante. "El deporte está lleno de gestas. Será difícil, seguro, pero es posible", precisó.

"Nosotros ganamos de cinco en Alicante antes de viajar a Alemania, y el Gummersbach estaba convencido de que se iban a quedar con la copa en su pista", recordó.

El ex guardameta considera "clave" estar "convencido" de que se puede lograr el objetivo. "Cuando afrontas un reto tienes que estar convencido. En balonmano, una ventaja de cinco goles se puede superar. No hay que tener prisa. Si la tienes, mal asunto", indicó.

También Santos Labaca ve al Mar capacitado para igualar la gesta que hizo su equipo en 1980. "Nada hay imposible", subrayó el ex jugador alicantino, "he visto a las chicas en los últimos partidos y las sensaciones son buenas, me han convencido".

Labaca apuntó que, en su opinión, el Mar no debe obsesionarse buscando igualar el marcador que traen las húngaras a las primeras de cambio. "Cinco goles es una renta importante, pero no imposible de superar. Todo está en función de cómo se desarrolle el partido. No hay que obsesionarse queriendo igualar el resultado en la primera parte".

En ese sentido, el que fuera uno de los pilares del Calpisa observa como una buena ventaja "llegar al descanso con tres goles de diferencia". "La gente tiene que estar mentalizada para ganar en sesenta minutos. Un buen arranque sería importante, conseguir esa renta de tres goles y no creer que está todo hecho hasta el final. La condición física será fundamental", concluyó.