Los jugadores del Benidorm decidieron ayer cambiar el césped del Municipal de Foietes por el cemento de la Plaza del Ayuntamiento para entrenar. Lo hicieron para llamar la atención por el retraso de cinco meses en el cobro de sus nóminas a pocas horas de jugar un partido, en el Luis Sunyer Picó de Alzira, que puede significar su descenso a Tercera.

Si hace un par de días trascendía la noticia del desbloqueo de los embargos por parte de la Agencia Tributaria y la Seguridad Social, con lo que parecía que este mismo fin de semana podrían cobrar un par de nóminas, ayer se conocía que el acuerdo con la Agencia Tributaria, al que llegaba la directiva en Benidorm, necesitaba su ratificación en Valencia y por tanto el interventor municipal no daba su visto bueno.

El presidente del club de Foietes, Adolfo Murillo, junto a los capitanes y el concejal de Deportes, Juan Ramón Martínez, se reunieron con el interventor, que les explicó cuál era el problema y que en condiciones normales se podría resolver la próxima semana si la delegación Territorial en Valencia rubricaba el acuerdo. Ayer Martínez aclaró que "esto no significa que el Ayuntamiento tenga que pagar el embargo, porque el embargado es el club. Quiere decir que de la subvención municipal se deducirá el importe que tiene que percibir Hacienda".

Los jugadores hicieron patente su malestar a las puertas del consistorio e incluso hubo momentos de tensión con la concejala de Hacienda Natalia Guijarro.

Martínez se mostró molesto con los jugadores porque "han insultado y ninguneado a la concejala y esto no estamos dispuestos a consentirlo", para terminar asegurando: "entiendo que los jugadores que llevan meses sin cobrar estén molestos, pero el Ayuntamiento ha hecho siempre todo lo posible para ayudarles".

El gobierno municipal emitió un comunicado en el que hacía pública su reprobación por la actitud de algunos jugadores con Natalia Guijarro. "El gobierno municipal que preside Agustín Navarro considera lícitas las reclamaciones salariales de los jugadores, pero no puede consentir ni los insultos ni las frases con las que algunos miembros de la plantilla se han dirigido a la edil mientras esta trataba de explicarles la situación de los plazos correspondientes a la subvención del club". Asimismo, en la web "agustinnavarro2011.com" lamentaban que algunos futbolistas llamaran "niñata gilipollas" a la edil de Hacienda.

Por su parte, el presidente del Benidorm Adolfo Murillo se mostraba resignado ante este nuevo paso atrás. "La situación se ha vuelto a complicar por la burocracia, pensábamos que ya estaba todo hecho y ahora el certificado tiene que llegar directamente de Valencia. Simplemente hay que esperar un poco para que llegue dicho certificado", resaltó el mandatario del club de Foietes, que ayer vivió una jornada dura por lo acontecido en el Ayuntamiento.