El Panathinaikos de Atenas se ha proclamado esta tarde nuevo campeón de la Euroliga al vencer al Maccabi Electra de Tel Aviv (70-78) en la gran final disputada en el Palau Sant Jordi de Barcelona, ampliando a seis títulos su palmarés continental y demostrando que siguen siendo uno de los puntales del baloncesto europeo pese a la decepción del pasado año.

En un partido vibrante y de tenso final, los griegos impusieron su mayor experiencia en este tipo de finales y, tras el paréntesis propiciado por el triunfo del Regal FC Barcelona en París, vuelven a coronarse como campeones de Europa de la mano de un gran Dimitris Diamantidis y sus escoltas Romain Sato y Drew Nicholas, ejecutores de un Maccabi que no se rindió, pese a ir muy abajo en el marcador ya en el último cuarto.

En los primeros veinte minutos ningún equipo fue capaz de imponerse al otro, si bien Panathinaikos gozó de buenas rentas como para irse al descanso con una ventaja superior al 30-33. Eidson, como ayer el mejor de los macabeos, y los bienaventurados triples de Blu mantuvieron a Maccabi siempre dentro del encuentro.

No hubo demasiado buen juego pese a un inicio de partido más rápido del esperado. Por ello, Obradovic decidió calmar el tempo, evitando así la facilidad de tiro exterior de los macabeos. Diamantidis, con 9 puntos y 5 asistencias, fue de nuevo el héroe heleno en la primera parte, demostrando el por qué de ser elegido MVP de esta Euroliga.

Pero el segundo cuarto ya fue menos vibrante, y aparecieron las imprecisiones, defensas más duras e incluso algunas pequeñas discusiones sobre la pista, lo que llevó a un corto 15-11 en el parcial. Y así empezó también el tercero hasta que PAO dio un golpe encima de la mesa y se escapó en el marcador.

La segunda y última ventaja en el partido para Maccabi llegó con una de las escasas aportaciones de Schortsanitis (36-35), pero tres triples seguidos de Sato y Nicholas volvieron a poner arriba al Panathinaikos, que fue superando su máxima renta hasta los 11 puntos de diferencia, levantando así el muro psicológico de los 10.

El Maccabi se borró del mapa en defensa, incapaz de controlar el juego dirigido por Diamantidis, siempre acertado en la asistencias al compañero mejor situado. Por contra, la inspiración de Sato y Nicholas fue abriendo el camino hacia el éxito, la sexta Euroliga para los del trébol, que hoy les dio suerte.

Aunque los de David Blatt intentaron no darse por vencidos, con un 4-0 de inicio en el definitivo cuarto, no fue más que un espejismo y Nicholas volvió a hacer de las suyas para subir la máxima a 12 puntos, a falta de 7:18 para el final del partido. El parcial para los verdes fue de 0-7 y con él casi sentenciaron el encuentro.

MACCABI ELECTRA: Pargo (12), Eidson (17), Pnini (8), Eliyahu (12), Schortsanitis (4) --cinco inicial--; Hendrix (-), Sharp (-), Blu (14), Burstein (-) y Macvan (3).

PANATHINAIKOS: Diamantidis (16), Calathes (4), Sato (13), Fotsis (5), Vougioukas (4) --cinco inicial--; Tepic (-), Maric (2), Perperoglou (2), Batiste (18), Nicholas (14), Tsartsaris (-) y Kaimakoglou (-).