El sevillano Manuel Olmedo consiguió la cima de su carrera deportiva al proclamarse campeón de Europa de 1.500 metros en pista cubierta, batiendo en un furioso esprint al turco Kemal Koyuncu, que había tirado toda la prueba.

Diego Ruiz, subcampeón continental dos años antes, tropezó y perdió todas sus opciones (noveno), mientras que a Higuero le fallaron las fuerzas en el momento decisivo y sólo pudo ser sexto.

Koyuncu partió como una bala y los llevó a todos en fila india, como si fuera un mitin. Los tres españoles se afincaron en el centro del grupo y le dejaron hacer. Pasó el mil en 2:28.81, y ahí Diego Ruiz fue víctima de los tropezones.

Olmedo se puso segundo al entrar en la última vuelta y sacó a relucir su punta de velocidad para obtener la medalla de oro con 3:41.03.

Los tres españoles habían dejado excelentes sensaciones en las semifinales y todos estaban mental y físicamente capacitados para ganar medalla en ausencia del gran favorito, el francés Mehdi Baala, que no compite por lesión.

Higuero fue el único que osó hablar de un posible triplete porque él mismo encabezó la histórica barrida hace cuatro años en Birmingham (Gran Bretaña). El burgalés consiguió la medalla de oro, el leonés Sergio Gallardo -hoy retirado- la de plata y el madrileño Arturo Casado -ausente aquí- la de bronce.

Hasta aquél histórico 4 de marzo del 2007, el atletismo español sólo se había visto en dos ocasiones en una situación semejante: en los europeos al aire libre de Helsinki 94 (Martín Fiz, Alberto Juzdado y Diego García en maratón), y en los europeos en sala de Viena 2002 (Alberto García, Penti y Jesús España en 3.000).