Cualquiera que estuviese caminando por los alrededores de la playa del Postiguet ayer a primera hora de la mañana a buen seguro que quedaría sorprendido al ver que en la orilla había un nutrido grupo de valientes vestidos con ajustados trajes de neopreno a los que el frío no parecía importarles lo más mínimo.

Los intrépidos nadadores no eran otros que los 180 participantes de la XVIII edición del Trofeo de Navidad de Natación, que ultimaban ejercicios de calentamiento apurando los minutos que quedaban para las 11.00, hora prevista para inicio de la carrera.

Jesús Troyano, presidente de la Federación de Salvamento y Socorrismo de la Comunidad Valenciana, organizadora del evento, daba las últimas instrucciones a los nadadores megáfono en mano para momentos después dar la señal de salida.

Se respiraba ambiente de camaradería y deportividad, nada de tensiones porque, según Troyano, "se trata de una competición afectiva, para pasarlo bien nadando". Y así fue, al final todos comentaban la jugada entre risas mientras compartían un chocolate caliente que seguro que sabía a gloria.

Esta decimoctava edición, en la que han participado nadadores de toda España, repetía el recorrido del año pasado con una distancia de aproximadamente 1.500 metros a completar con la única obligación de respetar las boyas señalizadoras y de llevar traje de neopreno para combatir los trece grados del mar.

Ganadores

No por ser una competición festiva los mejores nadadores se iban a quedar sin premio. El primer clasificado de la categoría masculina y femenina recibió una cesta de navidad, y los tres primeros del resto de categorías fueron premiados con diversos trofeos.

El más rápido de todos fue Mateo Pesquer, que completó el recorrido en 14:46. Este manchego de 35 años es un experimentado corredor y nadador recientemente proclamado campeón del mundo de acuatlón. No hubo lugar para la sorpresa.

Por otro lado, María Paz Serrano, de 23 años, fue la primera en categoría femenina en su primera participación en este trofeo.