Penúltimo contra último. El espectáculo no se presume brillante en el Centro de Tecnificación (12.30 horas), pero la emoción está servida. Una derrota desencadenará una profunda crisis tanto para el Meridiano como para Manresa. Los catalanes visitan Alicante sin conocer todavía la victoria, mientras el conjunto de Óscar Quintana evita el último puesto de la tabla gracias a su sorpresa ante el Real Madrid.

El Meridiano tiene la presión añadida, y al mismo tiempo la ventaja, de jugar en casa, mientras que el Manresa ha hecho una mini concentración para tratar de ganar un partido que figura con letras mayúsculas en su calendari0.

Weigand no cuenta para Quintana tras fracturarse un dedo de la mano. El problema es mínimo teniendo en cuenta el tiempo irrisorio que el alero argentino permanece sobre el parquet.

El técnico lucentino tiene claro que bajo ningún concepto el equipo puede permitirse un tropiezo en el Centro de Tecnificación después de las derrotas ante Fuenlabrada y Menorca. El mismo pensamiento tiene Ponsarnau, entrenador del Manresa, que cuenta con el jugador más veterano de la competición, Larry Lewis, ex pívot lucentino que hoy cumple 41 años.

Pese a sumar sólo una victoria, el juego del Meridiano traza una línea ascendente. La derrota en Bilbao vino precedida de un buen partido y el equipo compitió ante un rival que le dobla en presupuesto. Además, la recuperación de jugadores como Doellman y Heurtel son razones para pensar que el conjunto lucentino debe superar al Manresa y aprovechar su estado de nervios. Se trata de un encuentro vital para ambos equipos en el que todo apunta a que el tanteo no será excesivamente alto salvo sorpresa.