La Real Sociedad enlazó su cuarta victoria en los últimos cinco partidos y duerme en puestos de UEFA tras ganar con justicia, pero también con algún apuro, al Racing de Santander.

La estadística es a veces caprichosa y en algunos supuestos incluso se cumple, para perjuicio de un Racing que por costumbre no saca buenos resultados de Anoeta y que también encaja goles en la mayoría de los partidos dentro del primer cuarto de hora.

Se cumplió la máxima en San Sebastián, porque los cántabros encajaron el gol de la derrota en el minuto 7, tras asistir Xabi Prieto a un Joseba Llorente en estado de gracia para que éste fusilara la portería de Toño.

Diop y Kennedy entraron finalmente en el once titular, tras las dudas planteadas por su precario estado físico, y a la hora de la verdad ambos pasaron sin más pena que gloria, con pocas opciones para el lucimiento y sustituidos tras ver los dos la tarjeta amarilla.

Los donostiarras, con el viento a favor tras el gol, hicieron su partido con un férreo control al equipo que entrena Miguel Angel Portugal y salidas fulgurantes que morían casi siempre en el límite del área grande visitante.

Merecía el triunfo el conjunto donostiarra pero, por la estrechez del resultado y el propio empuje de los cántabros, éste se vio comprometido en los últimos minutos de partido, en los que estuvo a punto de dejarse dos puntos en un remate postrero de Colsa.

También Jeffrey Sarpong, aclamado en Anoeta cada vez que pisa el césped, tuvo una última opción de gol para haber dejado el 2-0 que quizás hubiera sido un reflejo más fiel de lo que ocurrió en Anoeta.

El Espanyol, en Champions

Un gran gol de Javi Márquez y 20 minutos de buen fútbol le sirvieron al Espanyol para lograr una nueva victoria en Cornellà (1-0) y subirse a los puestos de Champions a costa de un Málaga que dominó buena parte del partido, pero que fue incapaz de finalizar sus ataques.

El equipo malagueño, con el debutante Rafa Gil en el banquillo y Manuel Pellegrini en el palco, comenzó aturdido, pero terminó con las revoluciones a tope, manejando la batuta del partido y ahogando al Espanyol. A los puntos, mereció llevarse algo de Cornellà, pero el equipo local golpeó primero y supo guardarse el resultado en un final agónico.

El Espanyol arrancó más intenso y apenas tardó un minuto en amargar el estreno de Rafa Gil. Ocurrió en una de esas jugadas que no se entrenan y que derrumban de un plumazo todas las pizarras. Javi Márquez avanzó en solitario desde el círculo central, vio un hueco imposible y desde 30 metros lanzó un zurdazo imparable. Arnau, aún en el calentamiento, no pudo hacer nada para evitar el gol.