"Sáiz y yo hemos sido señalados como los malditos del ciclismo"

Vicente Belda continúa siendo el guerrero que siempre ha sido y está dispuesto a seguir luchando contra las injusticias. Se revela contra lo que le está sucediendo desde que apareció la llamada Operación Puerto que a su juicio ha tratado de "destruir" a mucha gente inocente y le impide trabajar en el mundo del ciclismo.

¿Cómo se vive alejado del ciclismo después de muchos años siendo el centro de atención?

Muy mal. Pienso que soy víctima de una injusticia muy grande. He cometido errores, no mayores que otros que siguen en el candelero, pero tanto yo como Manolo Sáiz fuimos señalados como los malditos del ciclismo. Existe tanta hipocresía que no se nos permite volver al ruedo y sucede lo mismo con otros corredores como Roberto Heras o Marcos Serrano, a los que se les ha presionado para que no volvieran. Dicen que este país existe democracia, pero pienso que para algunos sigue vigente la dictadura. A mí se me impide ejercer mi trabajo en España desde 2006 sin haber hecho nada. Cada vez que he sacado la cabeza me la han trincado.

¿Entiende la sanción que ha sufrido Alejandro Valverde que le impide correr durante las próximas dos campañas?

Lo único que puedo decir es que ha disfrutado de tres años de ciclista, ha ganado dinero por ello mientras otros compañeros de profesión no lo han podido hacer. Existe una mano negra en todo lo relacionado con la Operación Puerto. A algunos se nos ha colocado ante el paredón mientras que otros, que también aparecen en los sumarios, han salido inmaculados. Algún día se conocerá toda la verdad, aunque muchos desean que lo paguemos sólo unos pocos. El Comunitat Valenciana pagó caro el estar vinculado al PP valenciano y fueron a por nosotros de manera totalmente injusta. Ese fue nuestro pecado

¿Considera que han pagado justos por pecadores?

Sin duda alguna. Tanto Lissavetzky como la Fiscalía pretenden que el proceso se prolongue en el tiempo lo máximo posible. Mientras tanto, muchos corredores están pagando el pato. Los alicantinos Cherro, Lloret y David Muñoz no tenían nada que ver con la Operación Puerto y se han visto obligados a retirarse, mientras que a Rubén Plaza le han hecho la vida imposible. Lo mismo ocurre conmigo. En todo el sumario sólo existe una conversación mía con Eufemiano Fuentes, donde le pregunto por su niña que estaba enferma.

¿Piensa que no se está queriendo sacar a la luz pública el nombre de otros deportistas?

La policía entró en el despacho de Eufemiano Fuentes y revisó infinidad de historiales médicos. Sorprende que sólo salgan a la luz los de corredores vinculados a Sáiz y a mí. Además, Fuentes asegura que sólo el 30 por ciento pertenecían a ciclistas y el resto eran de atletas, futbolistas, tenistas... Nada se ha sabido de ello. Es una auténtica vergüenza.

¿Cómo está viviendo las etapas alicantinas de la Vuelta?

Muy bien. Hay que agradecer al presidente de la Diputación José Joaquín Ripoll por traernos a la provincia a la elite del ciclismo en unos momentos donde hay poco dinero. A la gente le gusta este deporte y las carreteras están llenas para ver el paso del pelotón. En Xorret de Catí ha sido impresionante. Una etapa que nació de la mano de Julio de España se ha convertido en un referente de la Vuelta. Falta la jornada con final en Alcoy donde habrá que superar gran parte de los puertos de Alicante. Va a ser muy dura

¿Y la carrera en general?

Creo que estamos viendo dos vueltas muy diferentes. En una corren los que sufren para llegar cada día a la meta después de una campaña muy cargada y, en la otra, los que aspiran a ganar. El hecho de disputarse en esta época del año provoca que las diferencias entre unos y otros sean abismales. Además, hay que tener en cuenta el hecho de que la UCI haya adelantado el período para negociar los próximos contratos. Muchos corredores ya saben que la próxima campaña van a vestir otro maillot y no se calientan tanto la cabeza. Mi favorito es Joaquín Rodríguez.