Jesús España, vigente campeón de Europa de 5.000 metros, clasificado para la final de la prueba tras acabar segundo en la semifinal, explicó tras la carrera que sus sensaciones "no son espléndidas, pero sí buenas" para la final de mañana.

España lamentó las condiciones climatológicas, ya que tuvo que correr bajo la lluvia. "Prefiero el calor", dijo, como le ocurrió en el Europeo de Gotemburgo: "Parece que el día que yo corro, se pone a llover". Sobre la carrera, España admitió que el hecho de saber que un sexto o incluso un séptimo puesto le permitiría estar en la final le hizo correr más tranquilo.

Con miras a la final, el corredor español prevé que el campeón de Europa de 10.000, Mo Farah, "se esconderá todo lo que pueda", pero prometió "intentar ser inteligente, gastar fuerzas en los momentos oportunos y luchar por todo para intentar vengar a los españoles del 10.000". El que le sorprendió "negativamente" fue el turco Halil Akkas, porque "llegaba a Barcelona con buenas marcas".