Pierrick Fedrigo (Bouygues) logró la tercera victoria francesa consecutiva en el Tour al imponerse en un esprint de ocho corredores en la decimosexta etapa entre Bagneres de Luchon y Pau, de 199,5 kilómetros, en la que Lance Armstrong volvió a asomar en la escena y Alberto Contador conservó el jersey amarillo en una jornada sin cambios en la general.

Una escapada inicial marcó la tercera etapa pirenaica, la de los "cuatro colosos", con el paso del Tourmalet incluido, en la que se incrustó Fedrigo, quien impuso su punta de velocidad en la meta de Pau por delante de su compatriota Sandy Casar (Francaise) y del alicantino Rubén Plaza (Caisse D'Epargne), que hizo un carrerón tras meterse en una escapada junto a Armtsrong y pasando el mítico Auvisque entre los primeros.

En el mismo grupo y con idéntico tiempo de 5h.31.43 cruzaron la línea los supervivientes de la fuga del día: el italiano Daminano Cunego, los estadounidenses Chris Horner y Lance Armstrong, el belga Jurgen Vandewalle, el francés Christophe Moreau y el español Carlos Barredo.

En el pelotón hubo tregua. Después de la crisis de la cadena de Andy Schleck y las disculpas de Contador, la jornada, "durísima" según el madrileño, terminó para el grupo principal a casi 7 minutos. La venganza "hasta caerme de la bici" que prometió el luxemburgués quedó para mañana, en la cima del Tourmalet. Tregua de principio a fin y protagonismo para los actores secundarios, que también tienen derecho a la gloria.

Pau, capital de los Pirineos atlánticos, albergará la segunda jornada de descanso, a la que Contador llega vestido de amarillo, en la pole del Tour a 4 etapas de París. Andy Schleck, más tranquilo que la víspera, se encuentra a 8 segundos del jefe de filas del Astana y Samuel Sánchez, que pasó apuros en el Aspin, es tercero a 2 minutos, en lucha por el tercer escalón del podio con el ruso Denis Menchov.

De inmediato se formó una escapada con nombres ilustres. Reapareció Lance Armstrong, se coló en la fiesta una vez más Vinoukurov, y se apuntaron Sastre, Kreuziger, Casar y Wiggins, entre otros.

Un descamisado Lance Armstrong saltó nada más comenzar el Tourmalet, el "camino de mal retorno" que esta edición se subirá en dos ocasiones, el próximo jueves como final de etapa. Tenía ganas el texano de parecerse al que fue y ya no es. Demarró y se fue solo, pero enseguida le acompañaron Cunego y Fedrigo. No fueron los únicos, ya que se fueron añadiendo corredores de la primera escapada.

Los 17 kilómetros del Tourmalet (categoría especial) permitieron una especie de reagrupamiento general. Casar, Moreau, Rubén Plaza, Jurgen Vandewalle, Carlos Barredo y Konovalovas se unieron. Pasaron por la pancarta situada a 2.115 metros de altitud con casi minutos sobre el grupo del líder. Contador aprovechó el ascenso para charlar un rato con Schleck, tal vez para limar asperezas después del caso "cadena suelta".

El francés Moreau puso su nombre en la pequeña historia del Tour y se llevó el premio Jacques Goddet al ser primero en la cima del puerto centenario, estrenada por su compatriota Octave Lapize en 1910, quien entonces tachó de "asesinos" a los organizadores. Los favoritos acumulaban ya un retraso de 4 minutos.

Faltaba el asalto al cuarto monumento de la jornada, el Aubisque, otro puerto de categoría especial, eterno, de 29 kilómetros. La avanzadilla se alteró con sucesivos ataques. Un tirón de Armstrong y dos de Barredo redujeron el grupo a 8 corredores y aumentaron la ventaja sobre el pelotón, donde nadie se movía.

A 68 kilómetros de meta y con 8.40 minutos de adelantó la escapada tenía que llevar a Pau con éxito. Moreau también repitió primer puesto en el Aubisque.

Carlos Barredo dio un golpe sobre la mesa a 45 kilómetros de Pau. Una apuesta a un solo número. Salió disparado hacia Pau, dispuesto a ser el noveno español ganador en esa ciudad. Se entregó en el esfuerzo solitario, mantuvo un botín de apenas 30 segundos durante 40 kilómetros, pero bajo el banderín de último kilómetro le engulleron los ocho perseguidores, sin piedad.

El nuevo guión exigía un reducido esprint. Fedrigo, de 31 años, un aficionado a la caza y ya con 3 etapas del Tour en su palmarés, no dio opción a nadie. Saltó Plaza a sorprender, pero la sexta victoria francesa acabó firmada.