Elija lo que elija, Del Bosque cuenta con sus 23 hombres disponibles al igual que su colega Bert van Marwijk, por lo que ninguna lesión ni sanción empañará la gran final. El técnico holandés recupera a su lateral derecho Gregory van der Wiel y al mediocentro Nigel de Jong, sancionados en la semifinal contra Uruguay.

De esta forma, Holanda, cuyo mayor conquista en el Mundial fue eliminar en cuartos a la pentacamepona Brasil, alineará su mejor once, iniciado en la portería por Stekelenburg, que ha mostrado un gran nivel en Sudáfrica. Seguridad con Heitinga y Mathijsen en el eje y capacidad de sorpresa con Van Bronckhorst en la banda izquierda. El capitán, autor de un golazo contra la selección uruguaya, colgará las botas tras la final.

Por delante, De Jong y Van Bommel aseguran fuerza y lucha formando un muro para las incursiones de los menudos creadores españoles. Los dos mediocentros otorgan plena libertad a Wesley Sneijder, que aspira a completar una temporada mágica tras su triplete con el Inter de Milan. El ex madridista es un todoterreno y el alma del equipo gracias a su envidiable estado de forma.

Las bandas en tareas ofensivas son tarea de Kuyt y Robben. El futbolistas del Liverpool destaca por su incansable hiperactividad, mientras que el extremo del Bayern se presenta como la mayor amenaza para la zaga española. Olvidadas las lesiones, ha recuperado su nivel de antaño y Capdevila deberá esmerarse para anular su fútbol incisivo y vertical.

Como único delantero centro figura Roben Van Persie, punta de lanza de un equipo que aspira a vengar a la 'Naranja Mecánica' de Johan Cruyff, subcampeona en 1974 y 1978 tras sucumbir frente a Alemania y Argentina. Holanda quiere que a la tercera vaya la vencida en un duelo que coronará a un ganador inédito, al octavo campeón mundial de la historia del fútbol.